Sánchez conserva su crédito con Moody’s y gana tiempo para pactos
La agencia de calificación mantiene la perspectiva y el rating de España a pesar del incremento de la deuda pública que promueve Sánchez
La agencia de calificación Moody’s ha evitado dar la campanada en pleno fin de semana electoral. El pasado viernes, al cierre del mercado y sin grandes estridencias, la agencia de calificación crediticia emitía una nota en la que someramenta explicaba que había decidido no revisar ni la perspectiva ni la nota de crédito de varias entidades, entre ellas la calificación crediticia de España.
Así, Moody’s ha optado por mantener la nota de la deuda española en Baa1, con perspectiva estable, sin poner presión sobre Pedro Sánchez y a pesar del incremento de la deuda pública, que es uno de los puntos en los que se fija la calificadora para valorar si revisa un rating. Concretamente Moody’s utiliza cuatro factores para determinar la calificación de un país: la fortaleza económica, la institucional y la fiscal, así como la susceptibilidad a un riesgo.
Tal vez con la intención de no alterar el superdomingo electoral que vivió España el 26-M, Moody’s ya realizó el 1 de mayo una valoración previa a la fecha de revisión ordinaria del rating sobre el impacto en la calificación de España de las elecciones generales del 28-A. Entonces, la agencia de calificación advirtió al presidente del Gobierno de que tenía deberes por delante: la reforma del sistema de pensiones, poner en marcha reformas fiscales que fortalezcan las finanzas públicas españolas y pactar un nuevo marco para la financiación autonómica.
Asimismo, reconocía al PSOE que, tras los comicios electorales, donde pasó de los 85 a los 123 escaños en el Congreso español, la posición de Pedro Sánchez estaba reforzada.
Tras el 28-A, desde Moody’s apuntaban que «la pregunta clave en el futuro era si la posición fortalecida del PSOE le proporcionará al país un camino para facilitar el avance de las reformas macroeconómicas y fiscales», planteaban sus analistas. Una duda hipotética totalmente en vigor tras los resultados del 26-M y que con el retroceso de Podemos, podría acercar al PSOE a Ciudadanos. Un escenario, que tal como adelantó ED, Moody’s cree que daría más formalidad al gobierno español, que pactos determinados con Podemos y partidos de «base autonómica».
Hasta el momento, Albert Rivera siempre ha cerrado la puerta a un posible pacto con Pedro Sánchez por el apoyo que los partidos independentistas catalanes le otorgaron la anterior legislatura, pero este lunes Inés Arrimadas anunció la creación de un Comité Nacional de Pactos, donde se estudiarían acuerdos «caso a caso» a nivel local y regional con el PSOE, PP y otros partidos como Vox.
Moody’s no pierde la pista a Sánchez
El tiempo de gracia que ha dado Moody’s al presidente del gobierno español al mantener el rating sin cambios, no significa que Moody’s no esté siguiendo de cerca los pasos que da el Ejecutivo. En octubre, la agencia explicaba que los factores que podían llevar a una rebaja del rating español eran un desajuste fiscal con respecto a los objetivos del Programa de Estabilidad, en el que Sánchez ha ampliado la previsión del déficit al 2% en 2019 y aún así Bruselas cree que se incumplirá y llegará hasta el 2,3%.
Entre los riesgos también estaba una reversión de las reformas, «en particular las reformas de pensiones o del mercado laboral»; unas propuestas que se acompasaban con la política de Podemos. Por último, aunque aseguraban que era poco probable, consideraban un riesgo importante «que Cataluña se separara de España», lo que también sería negativo para la calificación soberana.
Sin embargo, en el tiempo en el que Sánchez ha estado gobernando desde la moción de censura al entonces presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, en junio de 2018, no ha llevado a cabo ninguna reforma macroeconómica ni fiscal; en parte por la complicada situación de gobernabilidad, que cuajó en la imposibilidad de pactar Presupuetos.
No obstante, ahora la situación ha cambiado frente al escenario que planteaba en su informe del año pasado, ya que tras el resultado de las elecciones del 28-A, cuyos resultados han sido confirmados este domingo, Sánchez tiene más opciones de gobernar con más apoyos. La posición de debilidad del Ejecutivo era otro de los riesgos que señalaba Moody’s en octubre.
De hecho, en su informe sobre el resultado de las elecciones generales, Moody’s destacaba que la posición del PSOE es ahora «significativamente más fuerte» que en la anterior legislatura, lo que permite un horizonte de mayor estabilidad al Gobierno, añadiendo que el reto es ver si tiene mayoría suficiente para facilitar las reformas macroeconómicas y fiscales, y garantizar la sostenibilidad de la economía y del sistema de pensiones.