España conduce contradirección por los peajes de Europa
Europa tiene un abanico de alternativas para gestionar el mantenimiento de las carreteras más allá del pago por peajes
La gestión de las carreteras y su mantenimiento en España es objeto de debate desde 2018, cuando se desveló la intención de levantar el pago sobre casi 1.000 kilómetros de autopistas de peaje cuya concesión termina este año y los dos próximos. El país gestiona estas infraestructuras con un modelo muy dual que se sitúa en dos extremos muy distinto por lo que al sistema de gestión y cobro se refiere: gestión privada con peaje o gestión pública a través del mantenimiento con cargo a los presupuestos públicos.
La decisión del Gobierno de Pedro Sánchez sobre hacia dónde debe ir el modelo está clara desde hace un año. Liberará los peajes de las autopistas cuya concesión termina entre este ejercicio y 2021, según adelantó el ministro de Fomento, José Luis Ábalos. Estas concesiones revertirán al Estado a su vencimiento, lo que también conllevará implicaciones políticas y territoriales.
El anuncio del ministerio toca de lleno a gran parte de la red de carreteras. Entre más afectadas están la AP-1 entre Burgos y Álava, cuya concesión se revertió el 1 de enero de este año; a la AP-7, entre Alicante y Tarragona, y a la AP-4, entre Sevilla y Cádiz. Esta última concesión, con casi 500 kilómetros de carretera, concluye el 31 de diciembre de este año.
¿Es posible conservar toda la red de carreteras con cargo a los presupuestos?
Pero, ¿es posible esta reversión? José Manuel Vassallo, doctor ingeniero de caminos, canales y puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, considera que las carreteras no se pueden financiar eternamente sin peajes. Explica que lo que ocurre en este debate es que entre los ciudadanos hay mucha confusión entre qué es el sistema de cobro, el de mantenimiento y quién se encarga de un aspecto u otro.
«Asociamos el modelo de gestión privada al cobro por peajes», cuenta para explicar por qué está tan demonizada esta posibilidad y por qué es muy popular anunciar que los eliminas.
Pero eso no es así en todo el mundo. «Hay países, en América Latina, por ejemplo, que sí hay peajes que quién cobra y fija el precio es el Gobierno», dice a modo de ejemplo.
Por otro lado, Pablo Sáez, de Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (Acex), advierte que financiar todas las carreteras nacionales a través de sistemas de cobro, como peajes o viñetas, también contrae problemas: «Provocaría un trasvase de circulación a otras vías autonómicas y provinciales», dice.
Alternativas de cobro a los peajes
Vassallo, miembro del Centro de Investigaicón del Trasporte, Transyt, explica que en Europa, en países como Alemania y la República Checa, se introducen otros elementos como la viñeta.
Se trata de un sistema de cobro que se ha introducido para que los conductores puedan circular por las carreteras y, teniendo en cuenta por qué razón circulan por ellas, las opciones (circular 7 días, un mes o un año) y los precios disponibles cambian.
Con todo Vassallo, apoyándose en la directiva europea, concluye que a los países miembros prefieren más los peajes que las viñetas, aunque también hay que tener en cuenta si éstos se aplican a todos los vehículos o solo a los pesados, que desgastan más las vías por las que circulan.
Un caso claro es Francia. El país galo, con un sistema bastante similar al español, tiene ciertos condicionantes que lo hacen más costoso para el usuario, como la aplicación de un recargo de aproximadamente un 50% sobre la tarifa base a caravanas y remolques.
El hecho de que España es una excepción en la financiación de las carreteras se comprueba al compararse con otros países, como nuestros vecinos. Mientras los ciudadanos extranjeros circulan gratis por la mayoría de nuestra red de infraestructuras, si un ciudadano español viaja a Francia o Portugal encuentra con el pago de peajes en gran parte de la red.