Pedro Sánchez cesa por sorpresa al presidente de EFE
Fernando Garea se despide con un mensaje inequívoco: "Una agencia pública de noticias no es una agencia de noticias del Gobierno"
El periodista Fernando Garea ha sido cesado como presidente de la agencia de noticias EFE. «El pasado sábado, el secretario de Estado de Comunicación [Miguel Ángel Oliver] me trasladó la decisión del presidente del Gobierno de proceder a mi destitución como presidente de la agencia», reza la carta que el exadjunto al director de El Confidencial ha enviado a los trabajadores de EFE este lunes.
Garea asumió el cargo al frente de la agencia en julio de 2018, después de la moción de censura a Mariano Rajoy que propició la llegada a la Moncloa de Pedro Sánchez. Contó con el voto favorable de todos los grupos parlamentarios. «Asumo este reto difícil ilusionado, porque la Agencia Efe es uno de los referentes informativos en cuanto a rigor y calidad», dijo en aquel entonces el periodista.
La destitución de Garea ha sorprendido a los trabajadores de EFE, apuntan fuentes de la agencia. En su carta, el periodista dice: «Una agencia pública de noticias no es una agencia de noticias del Gobierno, ni siquiera una agencia oficial. EFE es de la sociedad». También ha anunciado que, hasta que se nombre a su sustituto, seguirá al frente de la agencia para tomar decisiones urgentes y de gestión.
Su relevo será la periodista Gabriela Cañas, propuesta por el Gobierno. Exdirectora general de información internacional en la Secretaría de Estado de Comunicación entre 2006 y 2008, durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Cañas ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en El País. Actualmente es la subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-El País.
Esta es la carta íntegra de Fernando Garea
«El pasado sábado el secretario de Estado de Comunicación me trasladó la decisión del presidente del Gobierno de proceder a mi destitución como presidente de la Agencia EFE. A partir de ese momento y hasta que se nombre oficialmente al sustituto o sustituta permaneceré al frente de la agencia, pero sin tomar decisiones más allá de las urgentes y de pura gestión diaria de la compañía. Además, he dado orden para elaborar informes sobre la situación económica, la de personal, la jurídica, la de redacción y la comercial para su entrega al próximo presidente de EFE.
Creo de justicia que los trabajadores y trabajadoras de EFE seáis los primeros en conocer una noticia que os afecta directamente y que la conozcáis por mí. Por supuesto, quiero daros gracias por vuestra dedicación y trabajo en estos 19 meses y pediros disculpas por aquellas decisiones que no hayaís compartido y por la incertidumbre creada en este periodo de cambio.
Desde que llegué al cargo en julio de 2018 constaté que era necesaria una renovación de EFE. Porque el mercado de los medios de comunicación ha cambiado en todo el mundo, porque los clientes tienen dificultades económicas crecientes, porque el negocio de las agencias de noticias ha cambiado y está en crisis, porque la competencia es muy dura y, en general, porque la tecnología ha avanzado muy rápido.
Hay que sortear las penurias económicas de los medios a los que servimos, la fortaleza de los competidores, los recortes de patrocinios de empresas y los problemas de mercados internacionales tan problemáticos como el latinomericano, el principal de EFE.
Viendo el ejemplo de las agencias internacionales comprobé que es preciso ese cambio radical para intentar ponerse a su altura y abordar el cambio necesario. Y a esa tarea me puse desde el primer día. Con cambios para adaptar la redacción y, sobre todo, con proyectos diferentes que cumplan el objetivo básico de la diversificación de la agencia.
En paralelo, puse en marcha cambios en los contenidos, nuevas narrativas multimedia, una unidad de verificación, acuerdos con agencias internacionales, un plan de periodismo automatizado y una mejora y actualización de la marca, entre otras iniciativas.
También una renovación del área de gestión y la creación de un departamento de auditoría y el reforzamiento del área jurídica. La tarea tenía alcance a largo plazo y ha quedado obviamente interrumpida recién arrancada. Sigo pensando que ese es el camino correcto.
Está en marcha un plan estratégico, que a petición de SEPI, debe abordar ese futuro de los contenidos, de la empresa y de los trabajadores, sobre la base del plan diseñado y apenas iniciado desde julio de 2018. Ese plan estratégico, que elabora una consultora privada, es la condición exigida por SEPI para abordar el futuro y medidas como el rejuvenecimiento de la plantilla.
Se ha cumplido la creación de Efeminista, el Plan de Igualdad, el Consejo de Redacción, la modernización de la imagen de la agencia en redes sociales con un cambio radical de su proyección, la rentabilidad económica y de marca del documental de los 80 años, los acuerdos con agencias internacionales, la implantación de contenido multimedia y proyectos como el de periodismo automatizado, entre otros.
Cada uno tendrá opinión de si es poco o mucho, pero al menos son pasos en la dirección de la necesaria diversificación, para intentar asegurar la viabilidad de la Agencia EFE.
Hace unos días, en la gala de los 80 años dije que se trataba de “homenajear a los trabajadores y trabajadoras que han sacrificado sus vidas personales y familiares para contar lo que ha ocurrido en España y en el mundo en este tiempo y para hacer posible que podamos estar aquí bajo la gran marca de EFE.
Son los que hacen real nuestro lema de ‘EFE siempre está’ con su labor en 120 países del mundo, en cada delegación en España para asegurar la presencia de la agencia en todo el territorio y los que en la sede central permiten que la agencia funcione cada día 24 horas. Son los que tienen interiorizado el llamado estilo EFE que mezcla precisión, rigor, credibilidad, neutralidad y pluralidad.
Los que tienen muy claro, ellos sí, que una agencia pública de noticias no es una agencia de noticias del Gobierno. Repito y subrayo porque es oportuno: nos enseñan que ‘una agencia pública de noticias no es una agencia de noticias del Gobierno, ni siquiera una agencia oficial’. En esta despedida, me reafirmo, en que, como dice el Estatuto de la Redacción: ‘EFE es propiedad de la sociedad en su conjunto’.
En ese acto se materializó el cumplimiento de la exigencia de neutralidad y pluralidad que debe defender EFE con la nutrida presencia de representantes de todos los partidos políticos. Algo que me satisface especialmente como prueba de trabajo bien hecho, y que mereció tuits de felicitación de todos los partidos de la oposición.
En 2018 pedí apoyo expreso de todos los partidos a mi nombramiento y lo obtuve. Meses después logré que todos firmaran un documento comprometiéndose a promover la elección parlamentaria de los presidentes de EFE, porque considero que es imprescindible esa desgubernamentalización de la agencia. El PSOE no lo firmó, pero se remitió a un acuerdo de su dirección que no ha sido derogado nunca.
Entonces comparecí en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados y dije: ‘Si al acabar mi mandato alguien se siente molesto, me gustaría que fuera antes el poder quien está molesto con mi gestión que la oposición. Creo que esa es la esencia de un medio público’. También creo oportuno recordar ahora ese compromiso que asumí.
Como decía, quiero agradecer a todas y a todos vuestro trabajo, desearos lo mejor y trasladaros que ha sido un honor para mi ser presidente de EFE, aunque haya sido por tan poco tiempo».