Sánchez acepta a la primera todas las exigencias de los nacionalistas
La no presentación de la enmienda a la totalidad por parte de ERC y del PNV garantiza a Sánchez que den su apoyo final a las cuentas públicas
El Gobierno da por hecho que sacará los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 y que serán las últimas cuentas públicas que apruebe la coalición antes de entrar en la batalla preelectoral. Las negociaciones de esta semana han sido determinantes para llevar a cabo este propósito, y es que Pedro Sánchez ha aceptado a la primera de cambio las exigencias de los nacionalistas para superar el trámite de las enmiendas a la totalidad de las cuentas.
Mientras que la ciudadanía reclama medidas necesarias que influyan en el bienestar de su día a día, el Gobierno y los independentistas se sienten victoriosos porque Cataluña fijará la cuota de contenidos digitales en catalán de plataformas como Netflix. También el PNV tendrá más autonomía para decidir a quién conceder el ingreso mínimo vital (IMV). Mientras, los herederos de Batasuna también salieron a celebrar su acuerdo con el Gobierno sin desvelar ninguna contrapartida en concreto: quizás es lo que más miedo provoca.
Así, Pedro Sánchez supera el primer y decisivo ‘round’ en la aprobación de los Presupuestos en la Cámara Baja. La no presentación de la enmienda a la totalidad por parte de ERC y del PNV, los socios principales, garantiza que ambas formaciones den su apoyo final a las cuentas públicas.
«Esto es simplemente una primera fase de la negociación, queda una segunda fase, que es el meollo en sí», presume el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Es decir, la negociación que haga el Gobierno de las enmiendas parciales que presenten ambos partidos y de otro tipo de concesiones de carácter político. La segunda negociación de las cuentas empieza ahora.
Un acuerdo a medias
El acuerdo alcanzado este viernes con ERC tiene ‘truco’. Desde hace semanas y tras conocerse el borrador de la nueva Ley Audiovisual, ERC viene exigiendo que el citado proyecto incluya la exigencia de cuotas para el catalán en plataformas audiovisuales como Netflix, HBO o Disney+.
Si bien en un primer momento los republicanos desvincularon esta exigencia de la negociación de los PGE, a principios de esta semana ya dejaron claro que para empezar a negociar las cuentas iban a reclamar cambios en la citada ley.
La presión a los republicanos por parte de Junts y de sectores independentistas desde Cataluña contó mucho para que los de Junqueras decidieran realizar un ultimátum al Ejecutivo priorizando esta norma en la negociación de las cuentas.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, aseguró en rueda de prensa que el Gobierno había accedido a que los republicanos establezcan una cuota de lenguas cooficiales en la futura Ley Audiovisual. Algo que minutos después, el portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, negó. «Habrá cuota o no habrá ley», zanja ERC en declaraciones a Economía Digital. Mientra, las fuentes socialistas consultadas se abren a «explorar mecanismos de protección» de las lenguas cooficiales en el futuro texto.
Los socialistas defienden la fijación de una cantidad de ayudas global y no quieren cerrar un porcentaje, que los republicanos cifraban entre un 5 y un 7% las últimas semanas. Pese a que en estos momentos y con el primer acuerdo cerrado no quieran dar ninguno, por miedo a ‘cogerse los dedos’.
En el acuerdo por escrito facilitado por ERC a los medios -en el que no aparecen firmas ni del Gobierno ni de los republicanos- asegura que «el PSOE aprobará la nueva Ley Audiovisual con ERC, una ley que: 1. Potenciará y fomentará la producción audiovisual, protegiendo las lenguas cooficiales y contribuyendo a su difusión. Con ese fin, se buscarán las mejores fórmulas para garantizar un porcentaje de producción, doblaje y subtitulación en lenguas cooficiales que requerirá de la conformidad de Esquerra Republicana para aprobar la ley».
En este caso, los socialistas repiten con ERC la misma táctica que apenas 24 horas antes repitieron con sus socios de Podemos para cerrar acuerdos. Pedro Sánchez ha dejado fuera las llamadas ‘devoluciones en caliente’ de la reforma que plantea sobre la Ley de Seguridad Ciudadana -‘Ley mordaza’- para decir que el Ejecutivo cierra otro pacto sin atajar el problema de fondo dejándolo para más adelante y quedarse ‘colgando’ en la Ley de Extranjería.
Los socialistas lo vuelven a hacer a costa de superar el primer trámite decisivo para los Presupuestos, acordando con que ERC ‘meterá mano’ en la Ley Audiovisual sin negociar lo mollar, la cuota sobre las lenguas cooficiales. Este asunto no se olvida, sino que será de nuevo el motivo de tensión entre ambas partes en esta segunda fase de enmiendas parciales a las cuentas públicas.
La próxima semana se votarán en el Pleno del Congreso las enmiendas a la totalidad de las cuentas públicas. Hay siete registradas, pero ninguna de los socios habituales de PSOE y Unidas Podemos, sino las de PP, Cs, Vox, Coalición Canaria, JxCAT, Foro Asturias y la CUP.
Al no haber presentado los aliados de investidura vetos, en el debate de la próxima semana sólo se votarán las de la oposición. Y no saldrán adelante. A favor de permitir que las cuentas del Estado emprendan su tramitación hay garantizados ya al menos 178 votos: PSOE, Podemos, ERC, PNV y PDeCAT; y a los que presumiblemente se sumarán Bildu, Más País, Compromís, BNG, Nueva Canarias, PRC y Teruel Existe.
Los socialistas despejan así balones fuera con este primer trámite, pese a no bajar la guardia. Cabe recordar que las últimas cuentas -correspondientes a 2019- naufragaron y forzaron a Sánchez a promover un adelanto electoral. Fue, precisamente, la enmienda presentada por ERC la que provocó la caída. Los socialistas lo tienen presente.
Cuando se supere esta votación se abrirá un proceso de enmiendas parciales en el que el proyecto puede ser modificado y en el que los socios van a apretar y pueden amenazar la viabilidad del proceso. Pero tumbar el proyecto ya se antoja casi imposible. «Después de esto, prácticamente, ya está», expresan con tranquilidad fuentes gubernamentales más tranquilas.
Gobierno de coalición y nacionalismo se salen con la suya. Un ‘win-win’ de manual en el que Pedro Sánchez saca adelante los últimos Presupuestos ‘Frankenstein’ y a cambio ERC consigue dirigir la Ley Audiovisual para blindar el catalán por encima del castellano, 18 millones para becas universitarias, la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) al igual que el PNV para el País Vasco. Pese a todo ello, todavía quedan más concesiones que arrancar por parte del nacionalismo en esta segunda etapa que comienza la próxima semana.