De qué vive la cúpula del Pdecat
La ejecutiva del partido que apoya a Puigdemont vive en su gran mayoría de sueldos públicos, con lo que el Pdecat se ahorra sus sueldos
Marta Pascal, la coordinadora general del Pdecat, se perfila como senadora por designación autonómica. El próximo miércoles finaliza el plazo para que los grupos del parlamento catalán presenten sus candidatos a la cámara alta y, salvo sorpresas de última hora, entre los elegidos estará Pascal, la dirigente de mayor peso político del Pdecat. No será la única del partido que viva de un sueldo de una institución del Estado del que se quieren separar porque Ferran Bel, responsable de acción política, sigue como diputado en el Congreso.
El Pdecat renovó en diciembre pasado a su ejecutiva para cumplir con el estricto régimen de incompatibilidades interno. Ninguno de sus miembros puede acumular dos cargos institucionales y otro en el partido al mismo tiempo. En la ejecutiva hay parlamentarios, diputados provinciales, alcaldes, altos cargos de la administración o asesores de sus grupos políticos que viven de un sueldo público. Evidentemente, no constituyen una excepción porque esta misma situación se repite en otras formaciones, aunque en el caso de los exconvergentes se dan curiosas peculiaridades.
Neus Munté cobra, pero no del Pdecat
Neus Munté se estrenó en enero como asesora del grupo del Pdecat en el Área Metropolitana de Barcelona. Compagina este empleo, remunerado con 49.437 euros brutos anuales, con el de presidenta interina de su partido tras la renuncia de Artur Mas. Para que su presidenta en funciones se pudiera ganar la vida, le buscaron un empleo de asesora en la AMB.
En el caso de Pascal, sobre la que recae el mayor peso político del partido, se prevé enviarla al Senado, según avanzó la agencia Efe. No es un puesto de relumbrón para la coordinadora general del Pdecat, pero le garantiza un sueldo. Un caso parecido es el de Ferran Bel, el responsable de acción política, que continua como diputado en el Congreso. Recientemente dimitió como alcalde de Tortosa (Tarragona) por exigencia del reglamento de incompatibilidades de su partido.
En la ejecutiva del Pdecat se encuentran cuatro alcaldes: Montserrat Candini (Calella), Xavier Fonollosa (Martorell), Lluís Soler (Deltebre) y Marc Castells (Igualada), si bien los dos últimos cobran el sueldo de las diputaciones provinciales de Tarragona y Barcelona, respectivamente, de las que son miembros del pleno.
En la nueva ejecutiva del Pdecat tan sólo hay un diputado de Junts per Catalunya
En la cúpula del partido tan sólo se encuentra un diputado de Junts per Catalunya, la lista que encabezó el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. Se trata de Lluís Font, que entró en la ejecutiva en diciembre pasado. Soprende que sólo hay un único diputado. Curiosamente, Elsa Artadi, cuyo nombre se baraja entre los candidatos a la sucesión de Puigdemont, abandonó la ejecutiva hace unos meses e incluso se dio de baja como militante.
Otras dos dirigentes trabajan en la administración catalana: Maria Dolors Tella, responsable de formación del partido, es la directora de los servicios de la Consejería de Territorio de la Generalitat en Lleida; mientras que Vanessa Farré, responsable de movilización, es la directora de relaciones institucionales de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), el órgano que rige TV3 y Catalunya Ràdio
La ejecutiva la completan el exdiputado David Bonvehí, coordinador de organización; la exdiputada Maria Senserrich y la exconsejera Meritxell Ruiz. Ninguno de los tres ostenta en estos momentos otros cargos institucionales, por lo que son los únicos a los que el partido paga el salario.