Iglesias irrumpe en las primarias del PSOE a favor de Susana Díaz
La moción de censura contra Rajoy de Podemos busca influir en las primarias del PSOE y dejar en la estacada a Pedro Sánchez para comer terreno a los socialistas
Pablo Iglesias tiene una misión en su vida política: acabar con el PSOE. Y sigue en ello. El líder de Podemos anunció este jueves una moción de censura contra Mariano Rajoy que no había preparado en absoluto y que sólo persigue fortalecer a Susana Díaz, para que gane las primarias a la secretaría general del PSOE y arrincone a Pedro Sánchez.
¿Una contradicción? Lo que quiere Iglesias es crear una gran polémica en el seno del PSOE, y comer todo el terreno posible a los socialistas.
Podemos funciona a golpe de iniciativas impactantes. Al calor de todos los casos judiciales que le han explotado al PP, con un auténtico golpe de mano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que ha levantado la alfombra con informes que ha facilitado a la justicia, Podemos plantea una moción de censura sin haber consultado al PSOE, ni a Ciudadanos, y que pretende irrumpir en las primarias del PSOE.
¿Qué quiere conseguir? La reacción de toda la oposición ha sido la esperada por Podemos. El portavoz del PSOE, Antonio Hernando, rechazó de forma contundente esa posibilidad, con un ataque directo al “espectáculo” de Podemos.
Hernando rechaza la moción de censura contra Rajoy y denuncia la jugada de Iglesias
La idea de Iglesias llegaba justo cuando Pedro Sánchez ha pedido la dimisión de Rajoy, en una apuesta al todo o nada para provocar la máxima movilización de los militantes socialistas a favor de su candidatura. Con esa propuesta, Iglesias quiere hurgar en la herida socialista con el objetivo de que afloren todas las contradicciones. Y esas a Sánchez le perjudican, porque cualquier atisbo de aproximación entre un PSOE liderado por él y Podemos tiene precedentes ruinosos para los socialistas.
Fuentes del PSOE, de dirigentes que participaron en las negociaciones para facilitar la investidura de Sánchez a la presidencia del Gobierno, aseguran que no hubo, en ningún momento, la posibilidad real de contar con el apoyo o la abstención de Podemos. “Iglesias no quería, e iba forzando la situación, con ataques crueles a Ciudadanos, que aguantó lo que no está escrito, todo dirigido para aprovecharse del PSOE”.
En gran medida, y sin concretar nada, Hernando recordó esa situación este jueves cuando rechazó la propuesta de moción de censura de Podemos contra Rajoy.
Los militantes socialistas deberán interiorizar ahora la jugada de Iglesias
Por eso, la idea de Iglesias puede cohesionar al PSOE entorno a la figura de Susana Díaz, al ver a Sánchez más proclive a dejarse seducir, de nuevo, por los cantos de sirena de Iglesias, cuyo único objetivo es ser el referente de la oposición, y sustituir, de una vez, a los socialistas como bloque de izquierdas frente al PP.
El PSOE celebra el 21 de mayo las primarias a la secretaría general. Susana Díaz, arropada por los exdirigentes más veteranos, y el poder orgánico, tiene más posibilidades que Sánchez, que queda, de nuevo, arrinconado con las tesis de Podemos. Serán los militantes socialistas los que decidan, pero en el recuerdo queda que ese posible socio, el que ofrece ahora una supuesta salida para librarse de Rajoy, ya dejó en la estaca a los socialistas.
Iglesias impidió que Rajoy saliera del Gobierno, cuando sólo se le pedía una abstención
Con una abstención, tras un acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos –que llegó antes porque Iglesias no quería sentarse en la mesa de negociaciones– Podemos podría haber logrado el objetivo que, supuestamente, quiere ahora.
En ese caso, Pedro Sánchez sería ahora el presidente del Gobierno, con un acuerdo con Ciudadanos. Pablo Iglesias sería un socio parlamentario, que, al mismo tiempo, podría liderar la oposición. El PP y el propio Rajoy, habrían sufrido una crisis interna de grandes proporciones. Pero Pablo Iglesias no quiso.
Y ahora lanza una moción de censura, que, de nuevo, sólo pretende ahondar en las diferencias del PSOE y lograr una, supuestamente, adversaria política –Susana Díaz– más fácilmente superable.