Pablo Iglesias, inmune a las críticas, se reafirma sobre Puigdemont
El vicepresidente del Gobierno se niega a retirar sus palabras y acusa a la oposición de intentar criminalizar al independentismo
Pablo Iglesias no está dispuesto a dar su brazo a torcer después de las presiones que ha recibido por comparar el exilio de los republicanos durante el Franquismo con la huida de Carles Puigdemont fuera de España. Lejos de retractarse, el vicepresidente del Gobierno se ha reafirmado en su postura y ha contraatacado a las críticas de la oposición.
“Claro que los contextos históricos son diferentes, pero yo no me voy a sumar a la criminalización del independentismo, ni vasco ni catalán”, ha afirmado el líder de Unidas Podemos a los periodistas congregados a la entrada de un acto en la Casa de América.
Las declaraciones que Iglesias realizó en el programa Salvados de La Sexta le han valido los reproches de buena parte del espectro político e incluso de algunas asociaciones de memoria histórica que han afeado su falta de consideración con las familias de las víctimas de la Dictadura.
“Si alguien en este país ha maltratado la memoria de los antifascistas, de los republicanos y de los exiliados españoles, son los que ahora tratan de decirnos a nosotros que estamos comparando cosas diferentes”, ha justificado el vicepresidente.
El goteo de detractores se ha ido incrementando desde que el máximo responsable de la formación morada trató de explicar en televisión las diferencias que encontraba entre la situación en la que se encuentra Puigdemont en Bélgica y Juan Carlos I en Arabia Saudí. A la pregunta ¿Considera realmente a Puigdemont un exiliado, como se exiliaron muchos republicanos durante la dictadura del franquismo? “Pues lo digo claramente, creo que sí”, contestó el vicepresidente.
«Se ha jodido la vida para siempre por sus ideas políticas”, agregó Iglesias, a pesar de reconocer que no compartía los mismos ideales que habían llevado al expresidente catalán a huir de la Justicia española.
El Partido Socialista se desmarca de las declaraciones de Iglesias
Pablo Iglesias se ha quedado solo en su defensa del expresidente de la Generalitat. El Partido Socialista se ha desmarcado públicamente de las declaraciones de su socio en el Gobierno y ha dejado clara su postura: quieren que Puigdemont se enfrente a las consecuencias legales por la declaración de independencia del 1 de octubre de 2017.
«Quiero trasladar con absoluta firmeza que España es un Estado social y de derecho y estamos en una democracia plena. Los exiliados republicanos lucharon y defendieron la legalidad vigente. Otros, la quebrantan», ha expresado la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
La ministra socialista no solo se ha desmarcado de la frase del vicepresidente, sino que ha aprovechado para poner en valor algunas de las políticas que su partido ha promovido para defender la memoria histórica, como la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos.
Ciudadanos exige la reprobación de Pablo Iglesias
La decisión de Iglesias de no dar marcha atrás hace presagiar que la polémica se va a postergar en el tiempo. Ciudadanos ha propuesto que el Congreso de los Diputados repruebe al vicepresidente segundo por sus declaraciones. Pretenden que los grupos muestren “su rechazo y reprobación del calificativo de exiliado política para el señor Carles Puigdemont”.
La formación naranja aspira a conseguir una declaración de Pablo Iglesias en la cámara, pero también arrastrar con él a sus socios socialistas. La propuesta busca forzar al Gobierno de Pedro Sánchez a que desautorice a su vicepresidente y le pida que rectifique.
El Ejecutivo ha hecho oídos sordos hasta el momento a esta petición que deberá debatirse en la Mesa del Congreso. “No le corresponde a la mesa del Consejo de Ministros poner en valor la actitud que van a adoptar diferentes partidos en relación con cuestiones que se pueden suscitar en ese entorno”, ha comentado Montero.