Pablo Casado cesa a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del PP
Cuca Gamarra es nombrada portavoz parlamentaria del Partido Popular y José Luis Martínez-Almedia portavoz nacional
Pablo Casado ha nombrado este lunes a Cuca Gamarra portavoz parlamentaria del PP en el Congreso de los Diputados, en sustitución de Cayetana Álvarez de Toledo. También ha designado al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, como el nuevo portavoz nacional de la formación. El presidente popular ha convocado a la junta directiva del partido este jueves para formalizar estos cambios.
La decisión se ha tomado después de que resurgiese en el PP el debate en torno a la hasta ahora portavoz en la Cámara baja. El rumor de un posible relevo de la líder aupada por Casado hace un año volvió a cobrar fuerza este fin de semana, tras exponer la diputada nuevamente sus diferencias con la ejecutiva de la formación y denunciar una «invasión» competencial de Génova en el grupo parlamentario por el cese del jefe de asesoría jurídica que ella misma nombró.
La guerra entre Álvarez de Toledo y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, se arrastraba desde hace meses al representar ambos unos supuestos núcleos duro y blando dentro de la formación, según han relatado anteriormente fuentes conocedoras de la situación a Economía Digital. El reciente relevo de Gabriel Elorriaga, el asesor jurídico que cuenta con la máxima confianza de la exportavoz, no hizo más que empeorar el conflicto, aseguran las fuentes.
Álvarez de Toledo comparecerá para dar a conocer los cambios este mismo lunes, a las 19.30 horas.
Historial de tensiones
La Cadena SER informaba este lunes por la mañana de que trabajadores de la calle Génova ya daban por hecho el relevo de Álvarez de Toledo como portavoz del PP en el Congreso. «Va a su aire, no atiende a las directrices del partido y emplea un tono bronco y radical que en nada beneficia a Casado», han explicado las fuentes al citado medio, que apostaban por Cuca Gamarra o Ana Pastor como posibles sustitutas en el cargo.
No obstante, Pastor —actual vicepresidenta segunda del Congreso, y expresidenta de la Cámara durante el Gobierno de Mariano Rajoy— desmintió todos estos rumores este mismo lunes. La parlamentaria, que recientemente consiguió el pacto de Sanidad de la comisión para la reconstrucción, reprochó que este debate solo sirve para «hacer columnas» en los medios, porque no llegará a nada más. «No estamos en ningún tipo de tacticismos», ha asegurado.
Según Pastor, tanto Casado como Álvarez de Toledo están centrados en el proyecto alternativo al Gobierno central, algo en lo que la hasta ahora portavoz del PP ha insistido en los últimos meses. En una entrevista con la Cope, la exministra de Sanidad expresó que entiende que haya gente a la que «le encantan estas cosas que sirven para hacer muchas columnas», pero sugirió que las tómbolas sobre la destitución de Álvarez de Toledo son un despropósito.
No obstante, unas horas después de sus declaraciones finalmente se confirmó el relevo.
Diferencias latentes
Álvarez de Toledo calificó de «mala noticia para el grupo parlamentario, para el partido y desde luego para mí» el cese de Elorriaga como director de la asesoría parlamentaria del PP. Así de clara fue en una entrevista publicada por El País este domingo, en la que apostilló que «yo no lo hubiera destituido» porque, a su juicio, el asesor jurídico «ejercía su responsabilidad con una notabilísima eficacia».
«Las tensiones entre el grupo parlamentario y el partido son un clásico», explicó. «Es natural que haya diferencias, pero creo que también debe haber un respeto a la autonomía nacida de la confianza. En este caso, se ha producido una invasión de competencias sobre la que habrá que conversar para ver el modo de ser más eficaces», ha añadido.
Sobre las especulaciones en torno a su posible sustitución en el PP, Álvarez de Toledo dio a entender que seguía teniendo la confianza de Casado, aunque siempre poniendo el cargo a su disposición. «Yo estoy acostumbrada a que haya una discusión sobre mí, que empezó incluso antes de que fuera nombrada, y no me afecta en lo más mínimo», defendió, en línea con otras declaraciones anteriores suyas respecto del mismo asunto.
Álvarez de Toledo tenía en contra no solo a García Egea, sino también a barones del PP como Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) y Juanma Moreno Bonilla (Andalucía), que han afeado el giro que ha tomado el grupo parlamentario con su liderazgo. Uno de los momentos cumbre de desavenencias fue cuando la portavoz dijo que Pablo Iglesias es «hijo de un terrorista», lo que le valió una demanda del padre del vicepresidente.
Más allá del calificativo que utilizó en sede parlamentaria contra Iglesias, en el PP causó mucho enojo que esas declaraciones desviaran el foco de la operación de derribo que el partido había organizado contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por sus ceses y nombramientos en la Guardia Civil. Ante esta situación, muchas voces de la formación denunciaron que se estaba transitando en un camino alejado de la moderación de los populares.