Oxford solicita la comercialización de su vacuna en Europa
La Agencia Europea del Medicamento fija el 29 de enero como fecha para ofrecer una respuesta definitiva a los desarrolladores británicos
España está cada vez más cerca de contar con la tercera vacuna autorizada para realizar la campaña de inmunización contra el coronavirus. La Universidad de Oxford y la farmacéutica Astrazeneca han solicitado formalmente a los reguladores sanitarios europeos la autorización para comercializar su prototipo en los 27 países miembros del bloque.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) se ha comprometido a ofrecer un resultado definitivo sobre la revisión acelerada de los datos de los ensayos clínicos el próximo 29 de enero. Si finalmente recibe el visto bueno, se sumará al grupo selecto en el que ya forman parte las farmacéuticas estadounidenses Pfizer y Moderna.
La Comisión Europea ya suscribió un contrato con los desarrolladores británicos de la vacuna a finales de agosto para reservar 300 millones de unidades ante los buenos resultados de las primeras fase de la investigación, sin embargo los ensayos han ido demorándose medio año. Y otras compañías ha tomado la delantera en la carrera internacional.
Al Gobierno de España le corresponden 31,5 millones de dosis, lo que podría acelerar la inmunización de los colectivos sociales que no pertenecen a los grupos de riesgo. Hasta ahora, solo hay disponibles dosis de la vacuna de Pfizer que llegan cada lunes al país para poder dar cobertura a las personas mayores y el personal sociosanitario de las residencias.
Los reguladores sanitarios han anunciado que realizarán en los próximos días un esfuerzo añadido para poder revisar toda la información en un espacio corto de tiempo. “Una vez que la vacuna reciba una opinión científica positiva, trabajaremos a toda velocidad para autorizar su uso en Europa”, ha comunicado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su cuenta oficial de Twitter.
Las dudas de la eficacia persiguen a la vacuna británica
La revisión de los datos en este caso será todavía más exhaustiva porque la fase final de los ensayos clínicos de la Universidad de Oxford y Astrazeneca ha estado rodeada de polémica.
Los desarrolladores británicos comunicaron en un primer momento que su vacuna era eficaz en un 70,4% de las ocasiones. Un total de 30 voluntarios de los 5.807 que recibieron la inyección real desarrollaron síntomas de coronavirus.
La confusión vino cuando los científicos explicaron sus resultados. Los participantes que recibieron media dosis de la vacuna y posteriormente otra dosis completa demostraron una protección del 90%. Mientras que los que fueron inoculados con dos inyecciones enteras apenas alcanzaron el 62%. La media entre ambas situaciones es la que da el porcentaje final.
Por esa razón, la Agencia Europea del Medicamento ha condicionado su visto bueno a que «los datos remitidos sobre la calidad, la seguridad y la eficacia de la vacuna sean lo suficientemente sólidos y completos».
Reino Unido ya ha autorizado por su cuenta este fármaco, optando por la estrategia de la media dosis para tratar de obtener una respuesta inmune más fuerte entre sus ciudadanos.
La llegada de otra vacuna añade presión añadida a la campaña
La autorización de otra vacuna más permitiría a España contar con un volumen mucho mayor de dosis casa semana para repartirlas entre las 17 comunidades autónomas. Hasta la fecha, únicamente se dispone de una partida de 350.000 unidades que llegan cada lunes.
A pesar de que es un número reducido, el sistema nacional de salud ha demostrado sus carencias para poder inocular la vacuna a un porcentaje elevado de la población. Únicamente se han administrado 406.000 vacunas en las primeras semanas de la campaña, el 54% de las dosis enviadas por la farmacéutica Pfizer.
La demora y las grandes diferencias entre los porcentajes de unas comunidades autónomas y de otras han reabierto el debate sobre el éxito de la vacunación. La comunidad científica ya ha puesto sobre la mesa la necesidad de recurrir a la sanidad privada, al personal militar o incluso a los profesionales farmacéuticos.