Oriol Junqueras invoca a Mandela para pedir el traslado a Cataluña

El exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras ha pedido su traslado a una cárcel catalana para evitar su «desarraigo» y en defensa de la salud «física y emocional» de sus hijos y ha invocado las Reglas Nelson Mandela para «reducir al mínimo» las diferencias entre su vida en prisión y en libertad.

En un escrito dirigido a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, Junqueras solicita el traslado desde la madrileña cárcel de Estremera, a más de 600 kilómetros de su casa, a la cárcel de Brians-II o a cualquier otro centro próximo a su domicilio de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona).

Junqueras lamenta las «funestas» consecuencias que puede comportar la separación de sus dos hijos de corta edad y advierte de que, tras seis meses de encarcelamiento a más de 600 kilómetros de su casa, «los derechos de los menores a gozar de su salud física y emocional podrían verse seriamente comprometidos». 

Apelación a sus hijos

En este sentido, asegura que el distanciamiento con sus hijos «les está repercutiendo de forma negativa e inmerecida», sobre todo «cuando no existe ningún obstáculo» para que pueda estar en situación de prisión provisional en una cárcel más cercana a su casa, ya que, una vez procesado por rebelión y malversación, no se prevén más diligencias de instrucción que impliquen su intervención personal ante el Tribunal Supremo.

«Las situaciones de estrés emocional afectan al individuo y pueden generar secuelas irrecuperables, pero sobre todo con relación a los menores de edad las experiencias emocionales generan una ‘huella biológica’, máxime cuando se relacionan con sus figuras parentales, de tal forma que la relación directa, regular, próxima y estable de los menores con sus padres es un elemento fundamental de su salud física y emocional con efectos en el futuro», apunta.

Junqueras cree que su encarcelamiento en Estremera comporta «peligros de desarraigo»

Las Reglas Mínimas de Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, conocidas como «Reglas Nelson Mandela», remarcan que el sistema penitenciario «no deberá agravar los sufrimientos inherentes» a los internos. Estas normas también sostienen que se debe «reducir al mínimo las diferencias entre la vida en prisión y la vida en libertad que tiendan a debilitar el sentido de responsabilidad del recluso o el respeto a su dignidad como ser humano».

Junqueras cree además una «evidencia» la existencia de «peligros de desarraigo» que se enfrenta con su encarcelamiento en Estremera y recuerda que la legislación penitenciaria española establece la necesidad de evitar el «desarraigo social» de quien está en prisión. En este sentido, recuerda que Instituciones Penitenciarias concretó en una instrucción de 2011 que el centro de internamiento se escogerá por criterios de proximidad al domicilio del preso.