Operación Vivienda para las elecciones: los socios de Sánchez ven nervios tras los anuncios de Moncloa
La explicación que dan ERC, Bildu y Podemos a la acción de Moncloa es sencilla: el calendario aprieta, y la vivienda preocupa por toda España
La cercanía de las elecciones, a tan sólo cinco semanas, y el peso que otorga el rodillo del Gobierno es la explicación que los socios del presidente, Pedro Sánchez, otorgan al frenesí en materia de vivienda al que se ha subido el PSOE. En cuestión de 100 horas, Moncloa ha pasado de desbloquear y presentar la ley maestra y anunciar la puesta a punto de 100.000 viviendas en el parque público, lluvia de millones mediante. Justo a tiempo, además, para dejar de hablar de dos de los temas que más daño le hacen: la reforma de la ley del sólo sí es sí y la salida de Ferrovial de nuestro país.
«Bomba de humo para lo malo y luz para lo bueno», sintetiza un dirigente de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), en conversación con Economía Digital. «Electoralismo puro y duro», sentencian fuentes de la dirección de Podemos, socio de Gobierno de Sánchez, tras enterarse, a la misma vez que el resto de españoles, de que el Ejecutivo que integran va a financiar la promoción de 43.000 nuevas viviendas dedicadas al alquiler a precios asequibles, ya sean de nueva construcción o de rehabilitación, que se sumarán a las 50.000 que aportará la Sareb para este plan.
«En plena precampaña les están llegando todas las encuestas y han visto que la vivienda es una de las máximas preocupaciones de los ciudadanos. Eso les ha hecho moverse«, creen en la dirección del partido morado. «Porque, si no, no se entiende que hayan estado dos años paralizando la ley y nuestra petición sobre poner a disposición de la gente las viviendas de la Sareb (rescatada con dinero público, que no está de más recordarlo)». En juego, el voto joven, un trozo del pastel electoral que se le resiste al PSOE, al albur de la demoscopia, y al que se dirige con estas medidas.
50 años de vivienda pública
Durante su comparecencia en el Pleno del Congreso de los Diputados para informar sobre asuntos comunitarios, Sánchez adujo que estas nuevas viviendas se financiarán mediante una nueva línea del ICO de 4.000 millones de euros con cargo a los fondos europeos.
Estas viviendas tendrán que cumplir dos condiciones, detalló Sánchez: la eficiencia energética y que se destinen a alquiler asequible o a cesión en uso de al menos 50 años. El presidente, de hecho, reconoció que la vivienda es «un problemón» en España debido a haberla tratado «como una mercancía, cada vez más exclusiva y minoritaria», en lugar de como un derecho.
Frente a ello, «vamos a convertir a la vivienda en el quinto pilar del Estado del Bienestar», subrayó, lo que pasa por acercarse al 20 % de viviendas destinadas a alquiler público a precios asequibles de algunos países europeos.
«Cuesta mover al PSOE», lamentan sus socios
Sin embargo, nunca llueve a gusto de todos. Y si el PP califica de «bluf» el anuncio de más viviendas de Sánchez, mientras que la Federación de Promotores Constructores de España (APCE) celebra la financiación pública de 43.000 casas, a falta de detalles, a otro de los socios estratégicos de Sánchez, Bildu, le parece que no son suficientes medidas. «Hemos pasado más de un año negociando, con la ley bloqueada», razonan desde la cúpula del partido abertzale en una charla con este periódico.
«Debería de haberse aprobado antes pero ha costado mover al PSOE. Una vez que ya hay acuerdo y los números dan para aprobarla, nos parece normal que se acelere la tramitación para que entre en vigor lo antes posible y los ciudadanos se puedan beneficiar de sus medidas«, insisten desde Bildu, que no quiere «entrar» en las razones que hayan llevado a hacer estos anuncios.
Es más, ponen el foco en lo reciente del desbloqueo de la ley de Vivienda. «El acuerdo se ha conseguido ahora. No antes, por eso se anunció el viernes», recuerdan las fuentes. «A nosotros también nos hubiera gustado cerrarlo antes pero no fue posible. De todas formas, bienvenido sea ahora«.