Òmnium se desespera con los partidos independentistas
La entidad independentista apuesta por que el juicio oral del 1-O sea un "altavoz internacional" para el separatismo
Òmnium Cultural se desespera con las irreconciliables discrepancias de los partidos independentistas. La entidad soberanista considera que la unidad ya no puede esperar más. «Reclamamos a todas las fuerzas políticas generosidad, rigor y sentido de estado, dentro de la diversidad», dice Òmnium en un comunicado.
El mensaje se produce coincidiendo con el primer aniversario de la fallida declaración unilateral de independencia y de la posterior aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. Reivindica lo que llama «radicalidad democrática» y llama al soberanismo a utilizar el juicio oral del 1-O como un megáfono contra la «represión» del Estado español.
En una carta firmada por el presidente de la entidad, el encarcelado Jordi Cuixart, los vicepresidentes y la junta directiva, con motivo del primer aniversario del 27-O, Òmnium reafirma que «nunca dejaremos que el miedo, la violencia o la prisión secuestren la cultura, la libertad y la esperanza».
«Aprovechamos el inicio del juicio oral para demostrar que, cuando lo que está en riesgo es la democracia, Cataluña siempre responde como un solo pueblo», dice la misiva. «Haremos de la macrocausa penal un nuevo altavoz internacional que denuncie los déficits democráticos que sufrimos», agrega.
La entidad independentista cree que el juicio del 1-O, que tiene entre los acusados a Cuixart y al ex presidente de la ANC, Jordi Sànchez, será «palanca de transformación hacia la república». «No permitiremos nunca límites en la defensa de las libertades y la democracia, y asumimos plenamente las consecuencias», dice.
Òmnium y la república de ensueño
El discurso de Òmnium es inquebratable. El Estado español lo único que ofrece para Cataluña es «fractura y represión de la disidencia», afirma, y por lo tanto una república catalana sería la mejor solución para vivir en un país que sea «sinónimo de derechos y libertades para todo el mundo».
La entidad pinta una república catalana de ensueño, justa, culta e inclusiva, en la que se da respuesta al 23% de ciudadanos que viven en riesgo de exclusión social y se aprueban leyes contra el cambio climático.