El ocio nocturno de Cataluña arrastra 6.457 millones de euros en pérdidas por la pandemia
El sector abrirá de nuevo sus puertas el 11 de febrero pero ha permanecido con la persiana echada durante 20 meses por las restricciones sanitarias
Las empresas de ocio nocturno de Cataluña han hecho balance sobre las pérdidas que arrastran por el impacto de las restricciones sanitarias del coronavirus en la comunidad autónoma. El próximo 11 de febrero podrán reabrir los bares y las discotecas pero por el camino ya se han dejado 6.457 millones de euros desde el inicio de la pandemia.
La patronal del sector Fecasarm ha calculado que este ha sido el impacto de las políticas sanitarias que han obligado a bares y discotecas a cerras sus puertas en la región durante 20 meses de los últimos 23. Apenas tuvieron un respiro en el intervalo entre la quinta y la sexta oleada de contagios, pero la entrada en escena de ómicron volvió a salpicar a su actividad.
Casi la mitad de las pérdidas corresponde al año 2021 y al primer mes del 2022. A pesar del avance de la campaña de vacunación que ha permitido flexibilizar las medidas sanitarias más drásticas, el ocio nocturno ha perdido en el último año 3.635 millones en Cataluña, según ha publicado la Agencia Efe.
El agujero económico es una consecuencia de las restricciones que ha atravesado la región, que se ha convertido en la autonomía con el mapa de medidas más duro de todo el país. Esta estrategia responde también a sus malos números sobre la pandemia. Todavía son el territorio con mayor ocupación de pacientes de coronavirus en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Casi un 90% de los empleados del ocio nocturno catalán han ido al ERTE
Los cierres han provocado que la inmensa mayoría de la plantilla del ocio nocturno catalán se haya visto obligada a recurrir a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) activados por el Gobierno durante la pandemia. Casi el 90% de los empleados se han beneficiado de este paraguas.
El sector integra a cerca de 37.000 personas que trabajan directamente en discotecas o bares de copas. Mientras que en Cataluña hay una red de 3.700 locales distribuidos por las principales ciudades. Es decir, la media es de 10 empleados por cada establecimiento.
La patronal del ocio nocturno ha tratado de defenderse de las restricciones con varias ofensivas judiciales que han quedado en agua de borradas. El pasado jueves el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ya rechazó su último recurso para avanzar en la reapertura, lo que ha demorado hasta el 11 de febrero la fecha clave, establecida por la Generalitat.
Será la última restricción de calado que aflojará en Cataluña después de la sexta oleada de contagios. El Departamento de Salud ya ha puesto fin a otras medidas importantes como el toque de queda nocturno o las restricciones en los horarios y aforos de la hostelería o los espacios culturales que imperaban desde la Navidad.