Los nombres olvidados del caso Palau
Los nombres incluyen a destacados empresarios que figuraron al lado de Fèlix Millet sin que se percataran de nada, según aseguran
En el semicírculo del escenario del Palau de la Música asoman la cabeza dieciocho musas esculpidas en mármol. Son un elemento decorativo, como lo han sido los directivos, tesoreros, auditores y patronos de la institución en tiempos de Fèlix Millet que aseguran que nunca se enteraron de sus fechorías. O no se enteraron o no quisieron enterarse. Algunos declararán en los próximos días en el juicio del caso Palau, en calidad de testigos, como Mariona Carulla, la actual presidenta de esta institución cultural catalana. Durante quince años estuvo al lado de Millet. Sólo aportó datos en su contra después de su detención.
El Palau de la Música se gestiona a través de tres entidades: dos son privadas, la Asociación Orfeó Català y la Fundación Palau de la Música, y una es publica, el Consorcio, del que forman parte la Generalitat, el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona. En tiempos de Millet, Carulla fue vicepresidenta del Orfeó, miembro de la comisión delegada de la fundación y vocal del consorcio. Estaba en todas partes.
En su declaración como acusado ante el tribunal que le está juzgando, Millet disparó con bala contra Carulla. A preguntas del fiscal Emilio Sánchez Ulled y de su abogado defensor, Millet afirmó que “de los temas fiscales se encargaban Jordi Montull y Gemma Montull, bajo control de la vicepresidenta económica, Mariona Carulla”. Además, el acusado añadió que esta “tenía que conocer a la fuerza” los pagos en efectivo que se hicieron desde el Palau de la Música. Con estas palabras, Millet venía a decir que Carulla no era una de las decorativas musas de piedra del escenario porque formaba parte de la comisión económica.
Artur Carulla y David Madí están en la nueva Fundación del Palau
Mariona Carulla está en el Palau por una cuestión dinástica. Su madre, Maria Font de Carulla, fallecida el pasado año, ya fue vicepresidenta de la Fundación Palau de la Música con Fèlix Millet. Ningún miembro de la fundación advirtió de las tropelías de Millet, pese a que está entidad contaba en 2009, cuando fue registrada por los Mossos por orden judicial, con cerca de 160 patronos y una comisión delegada de 19 miembros. Nadie sabía nada o, al menos, eso aseguran.
Muchos ojos para no ver nada
En esta comisión delegada había destacados directivos y empresarios a los que se les supone dominio de cuestiones contables: Arcadi Calzada, exdiputado convergente y expresidente de Caixa Girona; Anna Balletbó, exdiputada socialista; Carmen Mateu, esposa del empresario del sector de los casinos Artur Suqué; Manuel Bertrand Vergés, expresidente de la Sociedad del Gran Teatre del Liceu; Manuel Carreras, expresidente del Círculo Ecuestre; Carlos Cuatrecasas Targa, expresidente del Círculo de Economía; Ignacio García-Nieto, del grupo financiero Riva y García; Miguel Navas Moreno, exdirectivo de Agrupació Mútua; Ramon Salabert, ex director general del INEM durante el felipismo; Adela Subirana, fundadora de Mujeres Empresarias-Frup Set; el difunto Leopoldo Rodés, fundador de Madia Plannig; así como Millet y su hija Clara, Montull, Carulla, Rosa Garicano –directora general del Palau- y el esposo de esta última, Xavier Ribó, que fue uno de los hombres fuertes de Ferrovial en Cataluña.
Garicano, hija del ministro franquista Tomás Garicano Goñi, y su marido, que es hermano del ahora síndic de greuges Rafael Ribó, se llevan mal con Carulla. En el libro Música Celestial, de Manuel Trallero, se transcribe un diálogo entre Carulla y Garicano: “Tú tenías que saberlo”, le dijo la primera en referencia al saqueo de Millet y la esposa de Ribó le contestó “y tu qué, a ver, que estabas todo el día conmigo”. La fiscalía pide ocho años de cárcel para Garicano, mientras que Carulla, presidenta del Palau desde que substituyó a Millet, declarará como testigo este 24 de marzo. Xavier Ribó ni siquiera ha sido citado. Presidió hace años Sotaverd, una promotora controlada por Ferrovial que entró en liquidación.
Los patronos están para figurar
Entre los patronos de la fundación del Palau de la Música, en la última etapa de Millet, también se encontraban empresarios y directivos como Isidre Faine, Miquel Valls, Josep Ferrer, José Luis Núñez, Juan Gaspart, Juan Uriach, Paloma O’Shea, Maria Àngels Vallvé, Artur Suqué, Jordi Miarnau, Francesc Costabella, Enric Reyna, Evarist Murtra, Antoni Serra Ramoneda, Carles Güell de Sentmenat, José Felipe Bertrán de Queralt, …. así como muchas figuras de la música y políticos como el exministro Jorge Fernández Díaz, Enrique Lacalle, Narcís Serra o Jordi Pujol. Incluso estaba Marta Ferrusola. Ninguno ha sido citado como testigo. Siempre han mantenido que no se enteraron.
Mariona Carulla está en el Palau por una cuestión dinástica
Ahora hay una nueva fundación y nuevos patronos, aunque algunos entroncan con el pasado. Por ejemplo, Artur Carulla –hermano de Mariona-, en representación de Agrolimen, o David Madí, por parte de Endesa. Estos no tienen que dar explicaciones.
A los que pedirán explicaciones durante el juicio, como testigos, serán diversos responsables del Orfeó como su entonces auditor, Manuel Bertrand; tesorero, Pau Duran; o secretario, Joan Segura. Como miembro del Consorcio del Palau, la Generalitat también enviaba auditores para revisar las cuentas. Tampoco advirtieron de ninguna ilegalidad. Uno de ellos incluso hizo muy buenas migas con Gemma Montull.
Àngel Colom y Jaume Camps se salvaron del juicio
Otros han estado a punto de comparecer como acusados, pero les salvó la campana: Àngel Colom devolvió los 75.000 euros que le dio Millet para pagar las deudas del extinto Partit per la Independència (PI) antes de entrar en Convergència; al exdiputado convergente Jaume Camps se le archivó la acusación por prescripción; y el anterior alcalde convergente de la Ametlla del Vallès, Esteve Escuer, llegó a un acuerdo con la Fundación Palau de la Música por los 13.000 euros que recibió para una campaña electoral. Los abogados de la fundación piden un montón de años para Millet y Montull, pero no acusaron a Convergència.
El nombre de Germa Gordó, exconsejero de Justicia de la Generalitat y actual diputado de Junts pel sí, ha sobrevolado el juicio del caso Palau. El fiscal ha recordado que, en compañía de Jaume Camps, se reunió en 2005 con Millet y Montull en la cafetería del hotel Diplomatic de Barcelona. Montull dijo que hablaron de fútbol. Curioso. Gordó aparece en todas las salsas policiales y judiciales sobre la financiación de Convergència.