No me llames Jorge, llámame Jordi (Gallardo)
Crítico con el proceso independentista, el presidente de Almirall es un catalán enraizado con la alta burguesía que defiende sus intereses familiares
Fue Antonio Gallardo Carrera quien fundó la farmacéutica Almirall, una empresa que pese a sus abultadas cifras sigue siendo familiar (Forbes les atribuye un patrimonio de 1.950 millones). El patriarca entró en la alta burguesía catalana al abandonar su puesto de directivo en AirFrance y poner la primera piedra de Almirall, convertida hoy en una de las compañías catalanas más poderosas del mercado.
Antonio (1936) y Jorge Gallardo Ballart (1941), los dos hijos del patriarca, siguen al frente de la empresa tras varias décadas de expansión. Susana, la tercera hija, está casada con Alberto Palatchi, presidente de Pronovias.
Parece que en Almirall se acerca el momento del relevo. Allí están Jorge, Carlos e Irene, hijos de Jorge Gallardo, y Susana y Antonio, hijos de Antonio. La tercera generación de Gallardo pisa fuerte y en la casa ya suena el nombre de Jorge Gallardo Piqué como posible futuro presidente.
Los hijos de Susana, con el peso del apellido Palatchi, han optado por dedicarse a la empresa de la moda de la familia paterna. Todos ellos son miembros del Family Office que los Gallardo crearon como punto clave para todos los negocios de la familia. Un organismo en el que se toman todas las decisiones importantes que afectan a todos.
El momento del relevo
Decíamos que se acerca el momento de la sucesión, y en todas las quinielas suena el nombre de Jorge Gallardo Piqué, hijo del actual presidente y presidente a su vez de Goodgrower, la sociedad inversora de la familia. Licenciado y con máster de Esade, es el miembro mejor posicionado para suceder a su padre y su tío al frente de la farmacéutica.
Contará con el apoyo de Carlos, su hermano, preparado para participar activamente el negocio, y de su hermana Irene, quien también trabaja al frente de algunas divisiones de sus negocios. Los hijos de Antonio, el otro hermano de la segunda generación Gallardo, cuentan también con su espacio dentro de la empresa. Susana y Antonio Gallardo Torrededía serán así otros de los puntales de Almirall.
Contra la independencia
El actual presidente, no obstante, sigue liderando la empresa con su mado dura y sus fuertes convicciones. Nada le importa a Jorge Gallardo –miembro de la Fundación Esade- cuando se trata de expresar su opinión y así lo ha demostrado en las últimas semanas. Se ha expresado muchas veces en contra del proceso independentista de Cataluña, y hace unos días, en el Círculo de Economía, lo volvió a hacer. «Si salimos de la Unión Europea y no tenemos el euro como moneda, se pueden cargar mi compañía, que ha tenido un desarrollo de 73 años a base de esfuerzo y trabajo», ha dicho el presidente de Almirall. Y eso que le gusta que le llamen Jordi, no Jorge.
Jordi Gallardo -o el doctor Gallardo, como le tratan en su empresa por su doctorado en Ingeniería Industrial- es un hombre que ha logrado ampliar el negocio familiar sin renunciar a su vida personal. Siempre que ha podido ha ido a comer a casa, renunciado a las clásicas comidas de negocios que esclavizan a tantos ejecutivos. Eso no le resta contactos, puesto que ha compartido mesa y mantel (y confidencias) con personajes de la talla del rey Juan Carlos, el actual rey Felipe cuando era príncipe, el ex presidente José María Aznar…
Gallardo no ha dudado en criticar a otros gobiernos, no sólo al de Artur mas, y llegó a tachar de «intervencionista» al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, con quien por cierto «mantuvo una muy buena relación», relatan desde su círculo. En su despacho tiene fotos con todos los presidentes de todos los recientes gobiernos democráticos de España.
Arte y pádel
Decíamos que come siempre en casa, y hay que puntualizar que es un gran gourmet. «Disfruta de la buena mesa y de los placeres de la vida», añaden. Como del arte. Tiene una colección, sobre todo de arte precolombino, que preside algunas estancias de su casa, una mansión barcelonesa situada delante de la Clínica Planas y del fatídicamente conocido Palacete de Pedralbes del matrimonio Urdangarin de Borbón.
Ente sus otras aficiones destaca el tenis y el pádel, deportes que suele practicar en el Club de Tenis Barcelona. Contundente cuando habla, Jorge Gallardo tiene claro lo que quiere y para él la vida personal es tan importante como la profesional. Por eso dedica los fines de semana a sus hobbies, y siempre que puede hace algún viaje.
Donaciones
Su hermano Antonio se decanta por el golf, deporte que suele practicar en el Real Club de Golf de El Prat, del que es socio. Ambos comparten su afición por el arte, puesto que Antonio tiene una gran colección. El pasado mes de julio, el Museo Nacional de Arte de Cataluña recibió 17 obras de arte medieval de la Colección Antonio Gallardo Ballart, una donación con la que el museo se ha hecho con una de las mejores colecciones del mundo de arte gótico y románico. Entre esas obras se cuentan piezas de artistas clave de los siglos XIV y XV como Jaume y Pere Serra, Lluís Borrassà, Bernat Martorell, Martín Bernat y Nicolás Francés.
Antonio Gallardo realizó la donación tras negociar con los departamentos de Economía y de Cultura de la Generalitat. El Govern se comprometió, tal y como informaron en su momento, a aceptar el resto de la colección como pago de futuros impuestos, una práctica habitual y recogida en la ley.
A los hijos de estos magnates de la industria farmacéutica les gusta navegar, sobre todo a Jorge Gallardo Piqué. El amor al mar lo aprendieron en la Costa Brava, donde sus padres tienen una preciosa masía en la urbanización Puig-Roig, en el municipio de Pals. Allí cerca, en el Club de Golf d’Aro, algunos de ellos (como Irene), practican también golf. Porque si en algo se distinguen los Gallardo es en la unión familiar, lo que les lleva a pasar su tiempo libre cerca unos de otros.