El ‘no’ a la ampliación de El Prat pone en riesgo 4.500M para la economía catalana
La alcaldesa de Barcelona desprestigia la reforma de la infraestructura pese a que el turismo supone el 12% del PIB de la capital catalana
El ampliación Aeropuerto de El Prat-Josep Tarradellas se ha convertido en una obsesión de la alcaldesa de Barcelona. Ada Colau está dispuesta a torpedear como sea una infraestructura que tendrá un impacto económico muy importante en la economía catalana, puesto que la polémica tercera pista sumaría 4.500M€ al PIB de Cataluña.
La estimación se calcula a partir de la diferencia entre el peso actual del aeropuerto de El Prat en el PIB catalán, que es de un 6,8%, y la estimación de lo que crecería una vez finalizada la obra, que ascendería hasta el 8,9% de la riqueza de la región, sobre el PIB de 2020.
No solo eso, también aumentaría el número de turistas, una de las principales fuentes de riqueza de la ciudad, que representa alrededor del 12% del PIB según los datos del propio ayuntamiento. Además, Aena calcula que la ampliación de la tercera pista supondría un incremento de 20 millones de pasajeros.
Colau lamenta un aumento del turismo
Pese a la evidente mejora que supondría esta infraestructura en el PIB, Ada Colau sigue con su campaña de desprestigio. La alcaldesa de Barcelona ha escrito una carta a El País titulada Un aeropuerto de unicornios, donde ha acusado a los defensores de la ampliación de practicar el «negacionismo climático» y ha cuestionado que suponga una mejora económica.
«Quienes defienden la ampliación dicen que será muy buena para la economía. Mi pregunta es: ¿la economía de quién? Quizás de las empresas y fondos que constituyen la mitad privada de la sociedad público-privada que es Aena, y que buscan el máximo beneficio a corto plazo».
Ada Colau ha asegurado en su misiva que «con los pocos datos disponibles hasta la fecha, lo único seguro es que aumentaría el turismo, y por lo tanto el trabajo temporal y precario, y nuestra vulnerabilidad al depender aún más de que la riqueza nos llegue desde fuera».
La primera edil de la capital catalana ha asegurado que esta ampliación refleja una «economía del pasado» basada en un modelo «depredador» y que genera desigualdad. Colau se ha excusado también con otras infraestructuras estratégicas: «Lo que verdaderamente sí necesitamos es una ampliación de la movilidad sostenible, empezando por invertir en Rodalies«.
Los turistas, claves en la generación de empleo
No es una novedad que Colau desprestigie la ampliación. La alcaldesa de Barcelona aprovechó su intervención en la XXXVI del Cercle d’Economía del pasado junio para atacar la obra, pese al clamor empresarial: “Una economía competitiva no se consigue en el siglo XXI haciendo más de lo mismo«.
La alcaldesa también ignora el evidente impacto económico que el turismo tiene en un sector clave como es la economía. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), solo en Cataluña había, en 2019, casi medio millón de personas que se dedicaban a este sector entre asalariados y autónomos durante el mes de agosto.
Cabe destacar que en el último año de normalidad los datos de la EPA presentaban una tendencia ascendente, con un aumento interanual de los trabajadores en activo -tanto ocupados como parados- del 4,6% en toda España. De hecho, los ocupados en este sector han constituido el 14,3% del empleo total en la economía española.
Hundir la ampliación del Aeropuerto es una batalla en la que no solo participan Ada Colau y Los Comuns –y el alcalde de El Prat, Lluís Mijoler, también del mismo partido que la alcaldesa–, sino que la CUP –socio del Govern– se ha posicionado en contra, al asegurar que la obra supondría la destrucción total o parcial de La Ricarda, protegida por la red europea Natura 2000.