Ni Generalitat ni Ayuntamiento asisten al acto para la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat
Aragonès e Illa se enzarzan en el Parlament ante la negativa del Govern, que delega la decisión a la mesa de trabajo entre administraciones, de posicionarse a favor de la obra
El empresariado en bloque pide la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat. La clase política desaparece. El acto celebrado este miércoles en Esade para exigir que las administraciones lleguen a un acuerdo para la expansión de la infraestructura catalana estuvo marcado tanto por el centenar de directivos de las primeras empresas del territorio que asistieron como por la ausencia de algún representante de la Generalitat de Catalunya o el Ayuntamiento de Barcelona.
Ni el president, Pere Aragonès, ni la alcaldesa, Ada Colau, acudieron al acto que sí reunió a patronales y grandes compañías catalanas. Tampoco se esperaba que lo hiciesen, pero sí se rumoreó que el nuevo conseller de Políticas Digitales, Infraestructuras y Agenda Urbada, Jordi Puigneró ocuparía uno de los sillones del salón de la escuela de negocios. Finalmente, no fue así.
Fuentes cercanas a la organización explican que existieron conversaciones con la Generalitat para que el consejero asistiera al acto. Quedaron en nada después de que se optase por un enfoque puramente empresarial. Sí hubo referencias positivas a la mesa de trabajo propuesta el martes por Aragonès para abordar la obra de la mano de los consistorios afectados y el gestor aeroportuario, Aena.
Tampoco hubo rastro de ningún representante del PSC, la única formación con peso en la gestión en Cataluña que sí se ha mostrado a favor de la extensión de una de las pistas y la creación de una nueva terminal satélite. Jaume Collboni, primer teniente de alcalde de la capital catalana, no apareció.
El Govern pospone su apoyo
El Govern quiere eludir el debate de la reforma del Aeropuerto. Pese a las insistencias de la oposición en el Parlament para que se posicione a favor o en contra del proyecto, Aragonès eludió posicionarse contra esta reforma este miércoles como sí hizo el Ayuntamiento de Barcelona, que rechazó la ampliación, pese al desmarque de un PSC que ve inaplazable la medida.
El jefe de la oposición, Salvador Illa, le pidió que se posicionase claramente a favor o en contra de esta infraestructura, sobre la que recordó que contribuye con el 6,8% del PIB catalán. Los socialistas catalanes insisten en lo estratégico de la tercera pista, una infraestructura que en 2019 –antes de la pandemia– rozaba el máximo de su capacidad.
Aragonès no se mojó. El president recordó que se trata de un tema complejo que requiere un trabajo conjunto entre administraciones y pospone la decisión a lo que decida la mesa de trabajo donde se prevé que participen Aena, el Gobierno, la Generalitat y los ayuntamientos afectados. “No es un tema binario entre economía o biodiversidad”, defendió.
Quien también trata de poner el debate sobre la mesa son los comuns, pero en el sentido contrario al de los socialistas. El diputado David Cid dijo que es un oxímoron ser de izquierdas y no ser ecologista, en referencia al apoyo del PSC –al que acusó de ser el representante de Aena en el Parlament– a esta obra, cuya última palabra dependerá de Europa.