Nadia Calviño se cae de la lista de candidatos para dirigir el FMI
El Gobierno retira la candidatura de la ministra de Economía en funciones para "promover el consenso" entre los países de la Unión Europea
La vicepresidenta primera de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.
La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, queda fuera de la lista de aspirantes que proponía la Unión Europea para ser candidato a la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI). El Gobierno ha retirado la candidatura de la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, a suceder a Christine Lagarde en la dirección del Fondo Monetario Internacional.
Según han anunciado fuentes de Moncloa, el fin de esta decisión es «promover el consenso» entre los países de la Unión Europea para la elección que los 28 someten a votación este viernes.
«El Gobierno de Pedro Sánchez seguirá trabajando para impulsar la gobernanza de los organismos internacionales y considera un honor que cualquiera de sus integrantes pueda ser considerado, ahora y en el futuro, como una garantía al más alto nivel para su funcionamiento», han añadido.
Tras la retirada este jueves del ministro de Finanzas de Portugal y presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, solo quedan tres nombres encima de la mesa para ser el candidato europeo a la dirección del FMI: El expresidente holandés del Eurogrupo Jeroen Dijsselbloem; el gobernador del banco central finlandés, Olli Rehn, y la directora ejecutiva del Banco Mundial, la búlgara Kristalina Georgieva.
Después de semanas de intentos por encontrar un candidato de consenso sin éxito, los ministros de Finanzas europeos sometieron este viernes a voto la elección del candidato europeo a la dirección del FMI.
Francia está coordinando los trabajos para que la UE presente un candidato consensuado. En los últimos días no ha sido posible el acuerdo, por lo que la organización finalmente decidió convocar esta votación. El ganador debe obtener una mayoría cualificada, lo que requiere el apoyo de un 55 % de los Estados miembros (16 de los 28 actuales) que representen al menos el 65 % de la población total de la UE.
