Moreno ensaya su programa electoral y se diluye el posible pacto con el PSOE en Andalucía
El presidente de la Junta avanza un plan de empleo joven y la creación de un bono de transporte en un debate del estado de la comunidad marcado por la sanidad
La posibilidad de una versión andaluza de la ya extinta grosse koalition de Angela Merkel va camino de convertirse en un espejismo. El debate del estado de la comunidad que se celebra esta semana en el Parlamento de Andalucía ha servido para mostrar cómo se aleja ese acuerdo entre PP y PSOE para permitir la tramitación de los Presupuestos autonómicos para 2022 que, a principios de mes, parecía una posibilidad real. Ha servido también para que Juanma Moreno, jefe del Ejecutivo andaluz, esboce algunos proyectos que pueden encajar perfectamente en el programa que llevará a las elecciones, sean cuando sean.
Ambas situaciones, que se han puesto de relieve en la primera jornada de este Pleno de debate de la comunidad, están interconectadas, ya que el naufragio del proyecto de cuentas que están elaborando en la Consejería de Hacienda de Juan Bravo puede empezar a mover la balanza hacia el adelanto electoral. En cualquier caso, la versión oficial que siguen trasladando desde San Telmo es que la intención es agotar la legislatura, pero no hay que olvidar que 2022, pase lo que pase con la fecha de los comicios, será un año de elecciones, ya que las urnas se pondrán, como muy tarde, a finales de noviembre.
“Yo sigo pensando que todavía hay posibilidad de acuerdo”, ha defendido el presidente de la Junta en una de sus réplicas a la portavoz del PSOE andaluz, Ángeles Férriz. En su discurso inicial, Juanma Moreno ya lo había avanzado de un modo incluso solemne. “Seamos valientes”, ha dicho el también presidente del PP andaluz. “Exploremos acuerdos que parecían imposibles”, ha abundado en un guiño a los socialistas, a pesar de que no los ha mencionado directamente.
Tampoco lo ha hecho cuando ha dicho que su objetivo es “negociar hasta la extenuación con todos los grupos políticos”. Pero todas estas llamadas a la conciliación pueden caer en saco roto después de los últimos acontecimientos. A finales de la semana pasada, uno de los socialistas andaluces más cercanos a Pedro Sánchez, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, fijó una línea roja en el despido de 8.000 de los 20.000 sanitarios que la Junta contrató como refuerzo para atajar el Covid.
Fuentes consultadas por Economía Digital encuadran este posicionamiento en un rechazo del PSOE a figurar como “cómplices” de estos despidos en un momento en el que puede detectarse cierto descontento con la situación de la sanidad. Sobre todo en la atención primaria. No es baladí que Férriz haya iniciado su intervención en el debate con la polémica de los sanitarios despedidos, a lo que Juanma Moreno ha contestado con que son 12.000 los que se quedan y que Andalucía, si se aprueban los Presupuestos de 2022, tendrá un gasto sanitario récord con más de 13.000 millones de euros y el 7,4% del PIB.
“No se atreven a decir que no quieren apoyar los Presupuestos del Gobierno andaluz; están mareando la perdiz”, ha contestado el presidente de la Junta en una muestra de que la situación de la negociación ha llegado muy maltrecha al debate. Las declaraciones de Gómez de Celis fueron luego confirmadas por el líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, que además puso un límite temporal a la negociación: el día previo al debate de la comunidad, es decir, este martes.
Esto fue visto por el Gobierno como un “chantaje”, en palabras de Juan Marín, que en una comparecencia muy vehemente contestó a Espadas: “Se van a quedar esperando”, dijo el vicepresidente de la Junta y líder de Ciudadanos en Andalucía desde el atril del palacio de San Telmo. Los socialistas aseguran que estos pronunciamientos, unidos a la falta de diálogo -sólo han tenido tres reuniones en más de un mes- son un ejercicio de “cinismo”, en palabras del propio líder del PSOE andaluz, que ha comparecido en el Parlamento después del discurso de Juanma Moreno. “Debería disculparse o dar una explicación”, ha insistido el que es, también, todavía, alcalde de Sevilla.
Moreno, a pesar del ultimátum del PSOE, ha alargado el proceso de negociación de los Presupuestos hasta el 24 de noviembre, fecha en la que está previsto el debate de totalidad del proyecto de ley de Presupuestos de 2022. Habrá, casi con total seguridad, una propuesta de veto con la firma de Unidas Podemos.
No hay que descartar que el PSOE, si la frágil negociación establecida acaba por estallar, haga lo mismo. Y tampoco es descabellado pensar que Vox, el socio parlamentario que ha apoyado desde el principio de la legislatura los tres presupuestos del Gobierno de Juanma Moreno, vuelva a pedir la devolución de las cuentas por su estrategia de alejamiento del Ejecutivo y, también, porque aseguran que gran parte de los acuerdos firmados en estos tres años no se están cumpliendo. “No ha hecho ni una referencia a nuestros acuerdos”, se ha quejado el portavoz de la formación de ultraderecha, Manuel Gavira.
El futuro del proyecto de Presupuestos de la Junta de Andalucía para 2022 es, hoy, poco halagüeño. Por eso cobran relevancia los anuncios que ha hecho el presidente en su discurso de hora y media, marcado también por la defensa de la gestión sanitaria, ya que es “consciente” de que la población quiere que la situación de sistema público de salud mejore. A los aumentos en el gasto sanitario, educativo y de servicios sociales hay que sumar varios anuncios de iniciativas orientadas hacia la juventud.
En un remedo de lo que ha hecho el Gobierno central en sus propios Presupuestos Generales del Estado, Moreno ha anunciado un plan de contrataciones indefinidas para menores de 30 años (100 millones de euros), otro para mejorar las expectativas laborales de los jóvenes (120 millones de euros) y la creación de una tarjeta que ahorrará a los jóvenes el 50% del gasto que hagan en los transportes públicos de las nueve áreas metropolitanas de la comunidad, incluyendo aquí autobuses, metros y, en Cádiz, catamaranes.
El botón electoral
Moreno ha anunciado también la estabilización de la plantilla de eventuales del Plan Infoca, encargado de extinguir los incendios forestales y la “consolidación” de las plazas de esos 12.000 trabajadores sanitarios que van a seguir trabajando en el Servicio Andaluz de Salud a partir del 1 de noviembre. A todo esto hay que sumar nuevas ayudas a la industria tractora para la reactivación económica, la aprobación de varias normas como la nueva ley del suelo o un decreto enfocado a la simplificación administrativa.
Una pléyade de propuestas que pueden encajar perfectamente en un proyecto de presupuestos autonómicos, pero también en un programa electoral en caso de que Juanma Moreno no pueda seguir aplicando su plan legislativo y apriete el botón electoral que, según asegura, no quiere pulsar. Pero lo hará, según ha dicho él mismo, si se encuentra con un bloqueo parlamentario como el que ha anticipado el debate del estado de la comunidad que ha comenzado este miércoles en el Parlamento.