Montilla defiende el encaje de Cataluña en el mandato de Rajoy
El ex presidente de la Generalitat asegura que en el Congreso hay ahora "una mayoría dispuesta a hablar de la articulación territorial de España"
La nueva legislatura, con el PP en el Gobierno, y a pesar de disponer únicamente de 137 diputados, puede ser una buena oportunidad para resolver el problema catalán. Así lo entiende el ex presidente de la Generalitat, José Montilla, que da cuenta de sus razones en un extenso y detallado artículo en Economía Digital, con el propósito, por parte de esta publicación, de dinamizar un debate que aporte salidas al problema político.
Montilla considera, con todas las cautelas, que el presidente Mariano Rajoy sabe que no dispone de una mayoría en el Congreso, y que admite que Cataluña, «si no el primero sí es, como mínimo, uno de los principales problemas de su agenda». Y con esa coyuntura, debe asumir que «en el Congreso de los Diputados hay una mayoría dispuesta a hablar de la articulación territorial de España y las propuestas de reforma constitucional ya no son descartadas de entrada».
Se desvanece el proyecto soberanista
El ex presidente de la Generalitat, que fue el primero en asegurar, en Madrid, que se podía iniciar una etapa de «desafección» de Cataluña respecto a España, considera que ahora se abre un «favorable cambio de escenario». Primero, por la situación del PP en el Congreso, y segundo porque, a su juicio, el soberanismo ha dado indicios de buscar ya otro camino. «A medida que el discurso del ‘choque de trenes’ se hace más plausible, una parte importante de los que se han comprometido con la hipótesis de la independencia como la única solución se muestran dispuestos a escuchar otras soluciones que sean útiles, si es que éstas se explicitan».
Para Montilla, la solución por una reforma de la Constitución. Pasa por abordar diferentes cuestiones, como la clarificación de las responsabilidades de cada administración; la revisión del sistema de financiación; el desajuste en la toma de decisiones de las políticas comunes; y por el reconocimiento del «carácter nacional» de Cataluña, una petición que, aunque no es nueva, irrita de forma particular a la gestora del PSOE.
Una ventana de oportunidad
Respecto a la política interna en Cataluña, Montilla detecta que puede ser el momento para la recuperación del catalanismo. «Hay indicios que permiten pensar en la progresiva recuperación de un espacio central del catalanismo, entendido como un movimiento transversal, plural y predispuesto a participar en la gobernanza de España, desde la más estricta defensa del autogobierno y del catácter nacional de Cataluña».
Ese es un elemento que ha comenzado a cobrar forma, con distintos colectivos dispuestos a recuperar la fuerza central del catalanismo. Aunque sin articulación todavía, y como una plataforma que busca la influencia en el conjunto de la política catalana, se ha situado Portes Obertes al Catalanismo, con la participación de ex dirigentes de Unió Democràtica, y del PSC. Con un acento más liberal se ha presentado en las últimas semanas el movimiento Lliures, que impulsa el ex dirigente de CDC, Antoni Fernández Teixidó, y que sí pretende ser un partido político. Aunque el movimiento soberanista ha tratado de constatar el cambio de paradigma, el catalanismo busca cómo renacer.
El ex mandatario catalán considera que es el momento de todo ello, aunque pueda parecer que no se dan las condiciones. «Se abre una ventana de oportunidad que sería suicida no aprovechar», y deja claro que, en todo caso, «lo que es una evidencia es que el camino de la desobediencia y del fomento del conflicto sólo nos lleva a un callejón sin salida. Y yo no lo deseo para mi país».