Montero y Calviño posponen a junio el debate sobre el salario mínimo
La decisión es contraria a la de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que, tal y como publicó ED, buscaba la aprobación inmediata de una subida del SMI
Los asuntos más espinosos para el final. Es el lema de los Ministerios de Economía y Hacienda para el próximo año.
Las ministras Nadia Calviño y María Jesús Montero buscan una ‘entente cordiale’ con patronal y sindicatos e ir sacando adelante las reformas pendientes, como las pensiones o la reforma laboral, antes que el tema más peliagudo en estos momentos en la mesa de diálogo social: el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
La decisión da un vuelco a las pretensiones de Unidas Podemos. Tal y como publicó Economía Digital, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha emplazado estos días a los agentes sociales a varias reuniones para intentar aprobar la medida en el último Consejo de Ministros del próximo 29 de diciembre, antes de Nochevieja.
Sin embargo, la última reunión de la mesa de diálogo social continuó con todas las posiciones enrocadas y sin visos de un acuerdo antes de fin de año. Al menos, por parte de la patronal.
Los empresarios critican que la titular de Trabajo no lleve los documentos correspondientes a las modificaciones que prometió que iba a hacer. «En la última reunión no aportó nada. Simplemente se sentaron a escuchar», aseguran fuentes de CEOE.
Por su parte, los empresarios son proclives a congelar el SMI para el 2021. Esta opinión también sería compartida por Calviño e, incluso, por el propio presidente del Gobierno.
Según las fuentes consultadas, Pedro Sánchez también apostaría por congelarlo este año, debido a la fuerte deflación y las pésimas cifras económicas que se avecinan. Una opinión que ha soliviantado a los sindicatos.
Los sindicatos defendían en un principio una subida del 1,8%, al igual que Podemos. Los morados batallaron por frenar la congelación llegando a una cifra intermedia y, en estos momentos, en el Ministerio de Yolanda Díaz son realistas y solo contemplan una subida del SMI, de un máximo de 9 euros.
Observar la evolución económica
El principal motivo por el cual los ministerios económicos se oponen a sacar antes de junio esta reforma adelante es para observar la evolución de la economía española en el primer semestre. Así lo dejó entrever la ministra portavoz, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
En su opinión, el Ejecutivo “no puede ignorar” la situación económica actual, y destacó que el primer semestre del 2021 estará condicionado por la evolución del virus y de las vacunas. Montero reconoció que debían esperar al diálogo social, pero pidió “prudencia” y defendió “reevaluar la situación” a partir de mediados de año, momento en el que “estaremos en mejores condiciones” de juzgar cómo va la economía.
La portavoz se sumó así a la posición defendida el lunes por la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, quien había abogado por evitar tomar una decisión de forma inmediata y esperar a que la recuperación esté “enfilada” en el 2021.
«Si no hay acuerdo entre los agentes sociales a lo mejor lo que se nos está diciendo es que hay que tomarse tiempo y que esta decisión debe tomarse con la recuperación económica enfilada», dijo Calviño en una entrevista a La Sexta.
«A nadie de se le escapa que tomar una decisión sobre el salario mínimo en el contexto económico, cuando la caída del PIB es de dos dígitos. Tenemos que tomar decisiones por el interés general. Hay que recuperar el crecimiento de la economía e impulsar el empleo, sin olvidarnos que hay 750.000 trabajadores cubiertos por los ERTE y 250.000 trabajadores que han perdido su empleo y tienen que recuperarlo», defiende la vicepresidenta económica.
Sorpresa de Díaz y malestar en sindicatos
Las palabras de Calviño y el ‘arrope’ de Montero no han sentado bien en el Ministerio de Trabajo ni en los sindicatos. Horas después de las palabras de Montero este martes, Yolanda Díaz, desde Mallorca, no contradijo el calendario aireado por sus socias de coalición, con los que ha mantenido un enfrentamiento abierto para evitar la congelación del SMI.
Díaz se limitó a recordar que era una medida que aún estaban negociando con los agentes sociales y desde su equipo no ocultaron «cierta sorpresa» de las palabras de la ministra portavoz.
Los sindicatos criticaron abiertamente las palabras de Calviño asegurando que «con estas declaraciones, desliza un mensaje claro [a la CEOE] ‘si no acordáis subida del SMI, no se sube», dijo el secretario general de CCOO, Unai Sordo. «El Gobierno debe promover el diálogo social, no ponerle palos en las ruedas. Así no», sentenció.
Lo que Podemos y sindicatos intuyen es que si, finalmente, se deja la decisión para el segundo semestre del 2021, el salario mínimo se quedará en los 950 euros y a expensas de un posible incremento, en función de la evolución de la economía.
Una batalla que podrían seguir dando los morados en el seno del Gobierno, después de esta ‘tregua navideña’. Las reuniones de Trabajo con la mesa de dialógo social se reanudarán después de Reyes, anunció Díaz. «Hay que seguir avanzando», señaló.