Montero ultima un primer borrador de los PGE para iniciar negociaciones con Podemos
PSOE y Podemos se sentarán a negociar unos nuevos PGE las próximas semanas. Los morados ya exigen incluir propuestas pendientes, como la reforma fiscal
Los dos socios del Gobierno de coalición se sentarán a negociar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE) en las próximas semanas. Todavía no hay fecha definida, pero tal y como ha podido saber Economía Digital, ambos partidos (PSOE y Unidas Podemos) están ultimando los equipos para sentarse a hablar cuanto antes de unas nuevas cuentas.
El Ministerio de Hacienda dio luz verde a los equipos técnicos de ambos partidos el pasado lunes, según las fuentes consultadas. La ministra María Jesús Montero ya está trabajando sobre un primer borrador que sirva para acelerar los trabajos con los socios de coalición y el resto de grupos parlamentarios este verano.
Unidas Podemos confía en que el secretario de Estado de Derechos Sociales y economista de cabecera de Podemos, Nacho Álvarez, sea el que lleve la voz cantante por la parte morada de las negociaciones junto con la propia ministra María Jesús Montero, por parte de los socialistas.
El presidente del Gobierno insistió este lunes en una entrevista en que «hay que ir normalizando las cosas» y eso pasa por negociar unas nuevas cuentas esperando conseguir una nueva mayoría.
El mensaje que envían desde Moncloa es claro: el presidente quiere agotar la legislatura y exprimir al máximo los tiempos de la próxima convocatoria electoral. El plan del Ejecutivo pasa por negociar las cuentas cuanto antes, primero entre socios (con Unidas Podemos) y luego con el resto de partidos, en especial con los que ya conformaron la investidura de Sánchez.
Se ha escrito hasta la saciedad que Sánchez no necesita nuevos Presupuestos y que basta con prorrogarlos, pero las fuentes gubernamentales consultadas insisten en que es «importante» sacar adelante unas nuevas cuentas para canalizar el dinero de los fondos europeos que llegue de Bruselas en el marco del Plan de Recuperación.
Presentar el techo de gasto en julio
El objetivo del Gobierno es que la ministra de Hacienda pueda llevar ya en julio el techo de gasto a la Cámara Baja para exponerlo al resto de partidos.
A partir de aquí y ya en septiembre, el Ejecutivo pondrá en marcha las negociaciones para que las cuentas puedan aprobarse «en tiempo y forma «, según las mismas fuentes. Es decir, que los PGE puedan entrar en vigor el 1 de enero de 2022.
El Gobierno de coalición deberá de aprobar antes en la Cámara Baja y por mayoría absoluta la suspensión de las reglas fiscales para 2022. Esto podría ser un escollo para Moncloa, que ya estudia si este paso es obligatorio al haberse aprobado ya la excepcionalidad en la suspensión de las reglas en 2020 y 2021.
Desde el Gobierno explicarán que se trata de una propuesta aprobada por la Comisión Europea que beneficiará a todas las Administraciones, ya que no estarán sujetas a los objetivos de déficit presupuestario ni la regla de gasto por lo que tendrán margen fiscal para aplicar «políticas expansivas» para pasar este trámite.
En el caso del techo de gasto, las mismas fuentes apuntan que el Ejecutivo tiene la obligación de informar del mismo al Congreso y «la intención es hacerlo en julio», sostienen, pero no necesita su aprobación, ya que solo se someten a votación los objetivos de déficit que no se aplicarán este año, según lo explicado anteriormente.
Exhibir una clara mayoría frente a la derecha
En el Gobierno piensan conseguir una amplia mayoría parlamentaria para realizar una exhibición de ‘fuerza parlamentaria’ frente a la derecha de PP, Cs y Vox. «Esto despejaría cualquier atisbo de desgaste en el Gobierno», señalan fuentes socialistas.
Los socios de Pedro Sánchez, Unidas Podemos, piensan que son «necesarios» unos nuevos Presupuestos, pero también aseguran que, de los anteriores, se quedaron algunas cosas por cumplir y aprovecharán para incluirlas en estas nuevas cuentas. Asimismo, solicitarán incluir reformas que todavía no han dado sus frutos, como por ejemplo en materia de vivienda.
De esta manera, si PSOE y Podemos cierran la negociación sobre la Ley de Vivienda en las próximas semanas, los morados se reservan plantear varias enmiendas vía PGE para mejorar la norma o, hablando claro: salirse con la suya sobre la regulación de los alquileres.
Los morados no solo hablan de Vivienda, sino de reformar el sistema de financiación autonómica, que aborde la reforma fiscal pendiente, derogar la reforma laboral o la subida del salario mínimo interprofesional (SMI). Todo cabe si se trata de conseguir el apoyo para sacar unas nuevas cuentas adelante. Según esto, los socialistas no lo van a tener fácil ni con sus propios socios.
Los indultos: el camino fácil con ERC
En el Gobierno ya cuentan con que los indultos abren un camino fácil para la aprobación de ERC a las cuentas, incluso tampoco descartan a Junts y menos al PDeCat.
Los indultos facilitarán la reedición del apoyo republicano, esperan en Moncloa, mientras asumen el sí de EH Bildu, de Más País y del PNV, aunque asumen que tendrán que pelear la negociación, «como siempre».
Sin embargo, el gran escollo podría ser que la mesa de diálogo y la negociación de los PGE se solapasen en el tiempo. Tanto Gobierno como Generalitat se han emplazado a poner en marcha la mesa de diálogo la tercera semana de septiembre y los de Pere Aragonès siguen demostrando a su electorado que no van a abandonar el referéndum de independencia.
La caída de Ciudadanos hace inviable la llamada ‘geometría variable’ con la que Pedro Sánchez buscó atar las anteriores cuentas y el ex vicepresidente Pablo Iglesias contraatacó con la vía PNV, Bildu e independentistas catalanes. Pedro Sánchez solo puede jugar a una sola baraja esta vez y cada formación ya reclama lo suyo.
El líder del PNV, Aitor Esteban, ya lanzó unos dardos a Sánchez esta semana desde la tribuna del Congreso augurando futuro a la legislatura con la mayoría de siempre, pero le pidió alejarse de «la tentación de ir de sobrado» ya que, “con una Cámara como esta, hay que pactar», insistió. Es tiempo de Presupuestos y los socios comienzan a hacerse de rogar en el inicio de unas negociaciones que estarán condicionadas por lo que se hable en la mesa de diálogo con Cataluña.