Moncloa se echa a los brazos de Aragonès: cree que será president y seguirá apoyando a Sánchez
En el Gobierno de Pedro Sánchez piensan que no habrá repetición electoral en Cataluña y confían en el equilibrio de Aragonès con Junts para continuar con el diálogo.
En Moncloa observan estos días de reojo la investidura fallida de Pere Aragonès para conformar gobierno en Cataluña. Junts per Catalunya se resiste a darle la llave de la gobernabilidad a ERC y el análisis que hacen desde Madrid es que no habrá repetición electoral.
Fuentes gubernamentales consultadas por Economía Digital confían en que, finalmente, Pere Aragonès se imponga a los deseos de Carles Puigdemont y se haga con las riendas del independentismo para mantenerse dentro de la ‘senda del diálogo’ con el Ejecutivo central.
La confrontación con Junts dificulta los pactos con Sánchez, admiten en Moncloa, y sobre la mesa del presidente sigue estando la búsqueda de una solución para los presos del ‘procés’, en forma de indulto o de reforma del Código Penal. Pero antes de llegar a ese paso tiene que haber «voluntad», esgrimen, por parte del independentismo a sentarse en la mesa de diálogo que ERC solicitó hace un mes en el Congreso de los Diputados.
El presidente se comprometió a celebrarla y ahora en el Gobierno central respiran con alivio al no haberse formado gobierno en Cataluña. Estos dos meses que llevan a ERC y a Junts a ponerse de acuerdo serán utilizados por Moncloa para centrarse en las próximas elecciones a la Comunidad de Madrid el 4 de mayo.
Los socialistas son conscientes de que si daban pasos en la dirección de los separatistas, activando la mesa de diálogo por ejemplo, se podrían en contra a buena parte del electorado que su candidato, Ángel Gabilondo, pretende captar, como el voto de Ciudadanos.
La financiación autonómica es clave
Desde el Ejecutivo insisten en que todo queda en manos de Pere Aragonès. Si ERC hace valer su resultado electoral, con medidas económicas y apostando por el diálogo, los socialistas auguran un futuro prometedor, ya que piensan que los independentistas seguirán validando sus políticas como socio de investidura.
A partir de ahí se abre el escenario del ‘toma tú y toma yo’. Es decir, si ERC otorga estabilidad a la legislatura y hasta 2023 (año en que se celebrarán elecciones generales), la vía del diálogo se abre para solucionar el ‘conflicto catalán’.
Sin embargo, ya advierten en el entorno de Sánchez que si la vía unilateral de Junts se impone, «la vía del diálogo será inexistente» y tampoco habrá grandes avances en la agenda nacional. Esto no quiere decir que sólo un posible indulto a los presos del ‘procés’ se resienta, sino que podría afectar también a Cataluña en materia de financiación autonómica.
La designación de Miquel Iceta como ministro de Política Territorial se explica en clave de mantener la imagen de sensibilidad por parte del Ejecutivo hacia el Govern. Meses atrás, los socialistas daban por hecho que si la opción ganadora de los comicios fuera el tripartito de izquierdas (ERC, PSC y Comuns), los independentistas volverían a la mesa de negociación para abordar la reforma de la financiación y Sánchez sacaría adelante la reforma con el apoyo de PSOE, Podemos, ERC, PNV, Más País y Compromís (178 diputados).
Pero tal y como están las cosas, con ERC y Junts negociando el Govern, las mismas fuentes ven ahora más «complicado» que Aragonès se siente en el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera. «La Generalitat circunscribe el diálogo con la Moncloa al ámbito bilateral y de ahí no los sacas, más si gobiernan con Junts«, insiste un miembro de la Ejecutiva del PSOE.
«Ojalá la normalidad institucional sea la nota dominante que empiece a presidir tanto las reuniones bilaterales como las multilaterales», declaró hace un mes la ministra portavoz, María Jesús Montero.
Pero la realidad se impone y en Moncloa seguirán mirando de reojo las negociaciones para formar Govern entre ERC y Junts. Fuentes gubernamentales recalcan que ni los comicios de Madrid ni lo que suceda en Cataluña «alterarán la hoja de ruta de Pedro Sánchez».
«Hay que buscar soluciones compartidas y viables que representen a una amplia mayoría de catalanes», señalan. Los socialistas no dan por perdido a su socio de investidura, aunque a una mala podrían aguantar con los Presupuestos prorrogados, una vez aprobados los de 2021. Así están las cosas.