Moncloa responsabiliza a ERC de su fiasco con Mordaza y los nuevos choques con Podemos
El Gobierno niega que se incumpla un compromiso con Podemos y deposita toda la culpa en ERC, que les ha salvado de investigar a Tito Berni
Era uno de los grandes compromisos de la legislatura y un cambio muy ansiado por la izquierda en nuestro país, pero, finalmente, ni se derogará ni se reformará la ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como ley Mordaza. La mayoría de la Comisión de Interior del Congreso no ha avalado el dictamen de la ponencia y, así, ha decaído. Calendario en mano, ya no podrá retomarse hasta la formación del próximo Gobierno tras las elecciones generales del mes de diciembre.
Moncloa tiene claro quiénes son los responsables, y, desde luego, no son ellos ni Unidas Podemos, a sus ojos. os 18 votos de PSOE, Unidas Podemos y PNV no han sido suficientes para sacar adelante el dictamen de la reforma y, por tanto, que sea remitida a pleno, pues ERC y EH Bildu han sumado sus dos noes a los 17 del bloque de diputados del PP, Vox, Ciudadanos, UPN (Grupo Mixto) y Junts (Grupo Plural) -partido que participó en las negociaciones pero que anunció hace semanas su vota en contra-, al considerar que la propuesta mantiene intacto el núcleo más lesivo de la norma actual.
Es el peor escenario posible para el Gobierno, que intenta desde la pasada semana activar el motor legislativo, hacer ver que la coalición funciona y que el matrimonio PSOE-Unidas Podemos aún sigue vivo, pero la realidad se ha impuesto. De hecho, fuentes de Moncloa insisten: «Los grupos socialistas y Unidas Podemos han dado cumplimiento a su compromiso de coalición con la reforma de 40 artículos, reflejado en las enmiendas de la comisión, a las que han votado a favor. Pero hay otros partidos que han metido enmiendas adicionales que han impedido que prospere. Esto no es un problema de socios de coalición«.
El pulso de ERC como en la reforma laboral
La realidad se ha impuesto y el pulso al que habían sometido al Gobierno ERC y Bildu se ha saldado de la peor de las maneras, porque en esta reforma se ha venido trabajando durante toda la legislatura sobre la mayoría de puntos por parte de los grupos de la izquierda. El disenso se ha centrado en cuatro puntos que desde el inicio de las negociaciones habían marcado las discrepancias: material antidisturbios, faltas de respeto a la autoridad, la desobediencia y resistencia y devoluciones en caliente.
Pero sí que lo había para cambiar 36 de los 54 artículos, todo dentro de una proposición de ley del PNV. «No tiene arreglo ya. Debería registrarse una proposición nueva. Si esto hubiera sido una ley del Gobierno que llega al Congreso y no prospera hubiera sido otra cosa. Pero se lo han cargado, no es dejarlo estar. Lleva tres años en tramitación y eso muere hoy [por este martes]. Es muy importante diferenciar entre ley Mordaza e iniciativas del Gobierno. Hemos cumplido con nuestro compromiso porque nuestras enmiendas reflejan todo lo que nos comprometimos a reformar», buscan convencer fuentes del Gobierno.
Moncloa lo tiene claro: «Nuestro compromiso es con los socios de Gobierno, ahora son dos partidos que han querido añadir lo que se les ha pasado por la cabeza. Ellos sabrán qué es mejor, si impedir que prospere la reforma de la ley o añadir cosas que no estaban negociadas. No es la primera vez que esta modificación se frustra: ya lo hizo en 2019 por la convocatoria de elecciones. Tampoco es la primera vez que ERC cumple con su ultimátum y no pasa por el aro de una iniciativa relevante para el Gobierno: ya lo hizo con la reforma laboral, que sólo salió adelante por el fallo del exdiputado del PP Alberto Casero a la hora de votar.
ERC les salva de Tito Berni
Aunque no pueden demonizar a ERC, porque también este martes y también en el Congreso el PSOE y Unidas Podemos han rechazado junto a ERC y EH Bildu la comisión de investigación sobre el caso Mediador solicitada por el PP y han pactado una alternativa para que esta trama y otras «corruptelas» de la Guardia Civil sean abordadas en comisiones del Congreso ya existentes, como la de Interior, precisamente donde se ha frustrado Mordaza.
El portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, informó de que la Junta de Portavoces había rechazado crear tanto la comisión de investigación registrada por el PP sobre el caso Mediador como la que había solicitado EH Bildu sobre los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Vitoria y confirmó la alternativa pactada con Unidas Podemos, ERC y Bildu.
¿La excusa? Que en ambos casos es «mucho más ágil y eficaz» usar comisiones ya existentes, como la de Interior y la de Calidad democrática, para que comparezcan en ellas «de manera inmediata» el ministro del Interior, la directora de Guardia Civil y «todos aquellos que tengan algo que aportar a la verdad». El acuerdo alcanzado entre el PSOE y sus socios contempla también el impulso a la comisión de investigación sobre la Operación Cataluña, aunque los socialistas plantean abordarlo en una comisión más amplia que incluya también las novedades del caso Kitchen.