Moncloa da por perdidas Aragón y La Rioja y Génova se resigna a cuatro años más de Ximo Puig
La campaña deja una foto final de sensaciones dispares a las del arranque: si la Comunidad Valenciana resiste, Azcón sólo depende de Aragón Existe, creen PSOE y PP
Quedan menos de 72 horas para que las predicciones de las elecciones municipales y autonómicas del 28-M se hagan realidad, y en este arreón final poco queda por hacer y convencer. La dirección tanto del Partido Popular como del PSOE trabajan con diversos escenarios, pero, según lo testado por Economía Digital de fuentes de ambas formaciones, hay cierto consenso sobre cómo será la foto finish.
Así, tras una campaña espinosa para los socialistas, primero con Bildu, después con las tramas de presuntas compras de votos en Melilla, Murcia y Almería, parece que, pese a todo, conseguirán revalidar uno de sus bastiones, la Comunidad Valenciana, mediante un nuevo pacto del Botànic presidido por Ximo Puig. Según sus trackings internos, al cierre de esta edición se encuentran 2 escaños por delante del bloque de derechas.
Sin embargo, no todas son buenas noticias. Y es que, aunque el regocijo es comedido en la planta noble del PP, los populares tienen a tiro hacerse con los gobiernos de Aragón, con Jorge Azcón de candidato, y de La Rioja, con Gonzalo Capellán. El caso aragonés dependerá de Aragón Existe y de a quién decida apoyar. En Génova son más reticentes a hablar sobre sus encuestas internas, pero desde el equipo de Alberto Núñez Feijóo deslizan que «el PP no perderá nada, y el PSOE perderá algo».
Territorios pendientes por «un puñado de votos»
Entre líneas es fácilmente notable que lo que en principio será «un mapa teñido de azul» en la noche electoral, no será el golpe encima de la mesa que esperaban los de Feijóo. Sin embargo, el mérito está en romper con la tendencia perdedora de los últimos años. «Vamos a recuperar el orgullo del PP», presume un miembro de la dirección. «Los socialistas nos han ganado municipales, europeas, generales; hemos perdido, perdido y perdido, y ahora vamos a ser los más votados del 28-M».
«Hay muchos territorios todavía pendientes por un puñado de votos», admiten las mismas fuentes. «Hay muchas variables, todo va a pasar por restos. No podemos decir 100% nada, nadie se atreve. Pero hemos hecho todo lo que teníamos que hacer en buena línea», se satisfacen.
«¿De verdad Vox es lo peor?»
La campaña, coinciden las direcciones de ambos partidos, va sencillamente de no cometer errores, y siempre es el mismo el objetivo: movilizar al indeciso. En estos quince días no pasa un voto del PSOE al PP, o viceversa, sino que se suele convencer al que no está convencido. De ahí la importancia de colocar los marcos discursivos que permitan hablar de los temas que más interesen a cada uno. En el caso del PP, se trataba de que el tema fuera que España tiene «un presidente con debilidad parlamentaria que le obliga a entregar a sus socios cesiones que su país no quería pagar», resume un colaborador de Feijóo.
Y, precisamente por eso, la estrategia estaba preparada para cuando el PSOE quisiera hablar de «la ultraderecha». «Esperábamos que nos atacaran por los pactos. Pero, ¿cómo nos van a decir que no pactemos con alguien, si en un lado tus socios están comprando votos, en otros excarcelan violadores y en otros tienen etarras? Por favor. ¿De verdad Vox es lo peor?».
Los nervios socialistas
Lo cierto es que el PSOE ha penado por colocar sus marcos estos días, aunque sus esperanzas no han decaído… demasiado. Porque nervios hay, claro. «Quien no esté nervioso antes de unas elecciones es un psicópata», insiste un alto cargo de Ferraz.
Y todo ello a pesar de que el tablero no les deja en mala posición. Más allá de las comunidades autónomas mencionadas, en Madrid esperan que Juan Lobato sea el líder de la oposición y Reyes Maroto consiga un «buen resultado» en el Ayuntamiento de Madrid, a pesar de que Rita Maestre, de Más Madrid, esté «muy fuerte».
Collboni, primera fuerza
También el bloque de izquierdas y el PSOE en Baleares revalidarían el Gobierno, y en Canarias, Asturias, Navarra no hay ninguna duda entre los socialistas de que ganarán. Incluso a nivel local, la alcaldía de Sevilla, aunque «hay que pelear hasta el final», la retienen, así como obtienen en Valladolid un «gran resultado».
Hay muchas esperanzas en que el PSC sea primera fuerza en Barcelona. También insisten en que en Zaragoza y Málaga ha crecido el voto hacia el PSOE. «Lo que vemos es que estamos peleando absolutamente todo incluido el voto global de las municipales», aprecian.
Sobre el escándalo de la compra de votos, Ferraz defiende que «para nada» les vaya a penalizar. «Esto afecta a todos los partidos, y lo que hay que hacer es no caer en el electoralismo y reflexionar sobre como mejorar el sistema», aseguran.