Moncloa evita respaldar a Puig con su bajada fiscal y le pide «responsabilidad»
Fuentes del Gobierno han mostrado en privado su malestar con este movimiento, porque, según han deslizado, no fue consensuado con el Gobierno
En unas respuestas muy medidas, sin querer decir nada más allá, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha evitado respaldar la nueva bajada fiscal que ha anunciado el presidente de la Comunidad Valenciana, el socialista Ximo Puig, y se ha limitado a pedir «responsabilidad a todos». No es baladí: Puig es uno de los barones más relevantes de todo el PSOE y la decisión de rebajar el IRPF a las rentas menores de 60.000 euros es un mensaje claro con la línea que ha venido defendiendo el Ejecutivo de Pedro Sánchez hasta ahora.
«El Gobierno ha hecho una apuesta muy clara por saber y decir a la ciudadanía que, en esta ocasión, esta crisis no la pagan los de siempre», ha insistido Rodríguez una y otra vez en la tradicional rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Para el Ejecutivo no hay otro mensaje posible: que la política fiscal «venga a paliar el problema que tenemos, el de la inflación».
Es por ello que, de momento, de bajadas fiscales, ni hablar. «Nosotros no estamos en una política de rebaja a quienes más tienen sino de compromiso para contribuir con quiénes peor lo están pasando», ha zanjado Rodríguez, a pesar de las continuas preguntas de los periodistas. «La posición del gobierno es bien conocida: la política fiscal no se puede diseñar en abstracto».
Un movimiento sin consensuar con Moncloa
De puertas para adentro, el mensaje cambia. Fuentes de Moncloa han mostrado en privado su malestar con este movimiento, porque, según han deslizado, no fue consensuado con el Gobierno. También emplazan a conocer su paquete de medidas fiscales, previsto para este jueves, donde detallarán cuáles son sus movimientos, aunque la Comunidad Valenciana les haya cambiado el paso.
Sin embargo, no quieren hacer una crítica a la totalidad a Ximo Puig. Inciden fuentes del Gobierno que, al final de los días, el líder valenciano «tiene legitimidad en el marco del debate público». En Moncloa reconocen que la propuesta, en cuanto a su articulación técnica, es diferente a la del PP, que proponía una deflactación, y a eso se aferran.