Moncloa activa el modo electoral y ataca al PP por la falta de «mujeres» en sus incorporaciones

El Gobierno piensa vender como logros del PSOE los avances que "han transformado" España en esta legislatura. Enfrente se encontrará al PP, pero también a Podemos, que piensa llevarlo como bandera electoral

Las ministras de Trabajo Yolanda Díaz, Política Territorial Isabel Rodríguez y Transición Ecológica Teresa Ribera tras ofrecer la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en el Palacio de la Moncloa en Madrid, este martes. EFE/ Javier Lizón

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Enero es un mes que, tradicionalmente, no es hábil a nivel parlamentario, pero sí lo es a nivel político. Y en año electoral especialmente, tanto que el Gobierno, a pesar de no utilizar la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para hacer valoraciones partidistas bajo multa de la Junta Electoral Central, sí que empieza a situar en privado los mensajes con los que calentar la precampaña para los comicios municipales y autonómicos que se celebrarán en mayo. Y en esta ocasión, cada minuto cuenta.

Así, fuentes del Ejecutivo no dudan en criticar los nuevos nombramientos que ha llevado a cabo el PP de Alberto Núñez Feijóo para la creación de su equipo de campaña, que lidera Elías Bendodo, cuyo portavoz es Borja Sémper y en el que también se integran conocidos miembros de la formación popular como el exministro Íñigo de la Serna, que supervisará el programa electoral marco para las municipales y autonómicas, o Xavier García Albiol, que será uno de los coordinadores de candidatos.

Estas designaciones son motivo de crítica para el Gobierno, cuyo principal ataque reside en que «no hay mujeres». «Es la constitución de un fracaso en el equipo de Feijóo, que tampoco ha tenido la capacidad de incorporar a nadie nuevo y se limita a tirar de lo que había antes», insisten las fuentes consultadas. «Es poco ilusionante», a sus ojos.

Un año de partido: qué pueden ofrecer

Esta visión de partido, casi orgánica, por parte de miembros del Ejecutivo no será algo extraño de ahora en adelante. La idea tanto de Moncloa como de Ferraz es que el foco bascule en este curso y se dirija al PSOE como entidad reconocible más allá de su función de Gobierno. Porque ahí será donde sitúen sus logros de cara a los votantes: vender las políticas públicas llevadas a cabo por Pedro Sánchez y sus ministros desde enero de 2020 y que, según creen, «han cambiado la vida de la gente a mejor».

Más allá de las crisis complejas a gestionar durante esta legislatura -del Covid a la guerra de Ucrania, pasando por Filomena o el volcán de La Palma-, el Gobierno está envuelto en polémicas que calan en la calle y que requieren explicaciones a veces demasiado técnicas como para que se comprendan, como las rebajas de penas a los condenados por delitos sexuales tras la aplicación de la ley del sólo sí es sí, el horizonte de que suceda lo mismo con los condenados por corrupción tras la reforma de los delitos de sedición y malversación o la marejada interna generada con la ley Trans, que goza de una alta popularidad en las encuestas.

Pero el mensaje a ofrecer a los ciudadanos para que escojan la papeleta del PSOE tanto ahora en mayo como, llegado el final de año, en las elecciones generales es nítido: la «modernización del país», en palabras del mismo mando de Moncloa. También se apostará por «ver el nivel de transformación que hemos hecho esta legislatura».

La lucha PSOE-Podemos por los logros del Gobierno

No serán los únicos que quieran hacer suyas las medidas del Gobierno, sobre todo, las de los últimos meses. Unidas Podemos también piensa reaccionar y, según fuentes de la dirección de Podemos, hacer ver que sin el partido morado ni la reforma laboral, ni la subida del Salario Mínimo Interprofesional, ni el tope de los alquileres y la prórroga de contratos, la reducción del precio del transporte público, el cheque de 200 euros para las familias, la prohibición de los cortes de suministros o la protección frente a los desahucios, entre otras, habrían sido posible.

Eso, además, de las leyes que han conformado la agenda legislativa de Podemos, como la mencionada ley Trans, la ley del aborto, la ley de Familias, las bajas por reglas incapacitantes o la ampliación del Ingreso Mínimo Vital. «Sin nosotros, el PSOE se acobarda», resumen fuentes de la dirección morada. El 2022 tiene una «valoración positiva» de la acción del Gobierno de coalición, «y empezamos con ánimo este año porque vemos que hay avances en las negociaciones con el PSOE para nuestras prioridades; que son la ley de Vivienda y derogar la ‘ley mordaza’«, insiste, por lo que se añadirían dos medallas más a su pechera. Podemos, además, calcula que la de Vivienda podría desbloquearse este mismo mes, a pesar de que lleve casi un año paralizada en el Congreso por la negativa del PSOE a intervenir el mercado del alquiler poniendo límite a los precios en zonas con subidas abusivas.

Todo ello no sólo lo harán frente a Pedro Sánchez, sino también frente a Yolanda Díaz. El ser la «proteína ideológica» -en términos de Pablo Iglesias- es lo que está en juego. Y por eso, Moncloa tiene que ponerse las pilas, porque la batalla de las ideas ya ha empezado, a su izquierda y a su derecha.

Marta Espartero

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