La consejera catalana Meritxell Serret, condenada a un año de inhabilitación por desobediencia en el 1-O
La sentencia inhabilita a la consellera a ejercer cargos estatales, autonómicos, locales o supranacionales, también incluye una multa de 12.000 euros
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) juzga a la consellera de Acción Exterior, Meritxell Serret. EFE/Andreu Dalmau
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha emitido una sentencia que ha condenado a la consejera catalana de Acción Exterior, Meritxell Serret a un año de inhabilitación por un delito de desobediencia relacionado con los hechos del referéndum del 1 de octubre de 2017, cuando ocupaba el cargo de consejera de Agricultura.
El tribunal ha considerado que Serret, en su rol como miembro del gobierno catalán, desobedeció las órdenes del Tribunal Constitucional (TC), que había advertido a los independentistas que debían impedir todo lo que supusiera sacar adelante el referéndum. La condena era previsible, ya que los hechos ya fueron juzgados en el Tribunal Supremo en 2019, y la sala condenó a los compañeros de Serret en el Gobierno de Carles Puigdemont.
La sentencia, que no es firme, condena a la consellera por un delito de desobediencia y la inhabilita para ejercer cargos electos estatales, autonómicos, locales o supranacionales, así como funciones de gobierno de esos ámbitos, también incluye una multa de 12.000 euros, y ha sido emitida después de un juicio rápido y sin testigos.
Serret es la primera exiliada que juzga un tribunal español desde el año 2017, y también fue la primera en regresar del exilio en 2021 y ponerse a disposición del Tribunal Supremo, que la liberó al cabo de pocas horas. Desde su regreso, Serret ha hecho política, primero como diputada de ERC y después como consellera de Exteriores, una vez que Junts salió del Govern.
La condena del TSJC pone su cargo en el gobierno de Pere Aragonès contra las cuerdas, aunque no será necesario que deje la conselleria hasta que la sentencia no sea firme, lo que significa que todavía faltan unos meses para que la decisión sea definitiva. Sin embargo, la condena supone un duro golpe para la estabilidad política del gobierno catalán, ya que Serret es una de las figuras más destacadas del independentismo y su condena puede tener importantes repercusiones en el futuro político de Cataluña.
