Mena confía en una ETT para controlar el ‘pirmi’
El 'conseller' de Empresa i Ocupació contrata a personal de la empresa de recursos humanos Randstad para entrevistar a los 20.000 beneficiarios de la renta mínima de inserció
En un escenario de recortes presupuestarios, el conseller de Empresa i Ocupació, Francesc Xavier Mena, ha contratado los servicios de la empresa de trabajo temporal (ETT) Randstad para controlar los supuestos fraudes en los destinatarios de la Renta Mínima de Inserción (RMI), conocida popularmente como pirmi. Así, hasta finales de septiembre unos 20.000 beneficiarios de esta ayuda se encontrarán con el personal de la compañía especializado en recursos humanos para justificar si realmente necesitan el subsidio, otorgado por los profesionales de los Servicios Sociales catalanes.
Precisamente los asistentes sociales y educadores han recibido esta información como un jarro de agua fría, ya que consideran que es un menosprecio a su trabajo. Destacan que el control sobre posibles fraudes en cobrar el RMI ya lo realizan ellos mismos en la revisión de los expedientes, que se hace dos veces al año. El departamento de la Generalitat negó la semana pasada esta información, aunque este miércoles el rotativo El País incide en la veracidad del contrato. De nuevo, fuentes del entorno del conseller Mena se remiten a la comparecencia que hará este viernes junto al responsable de Benestar Social i Família, Josep Lluís Cleries, para dar más detalles sobre la contratación de los servicios de Randstad.
Este nuevo capítulo de la polémica gestión de Mena y Clerias al decidir sin aviso previo a principios de agosto cambiar la forma de pago de la RMI tensa las posiciones entre el Govern y la oposición en bloque antes de la sesión del viernes. Además, llega pocos días después de cerrar otra polémica en este capítulo: el desencuentro entre el presidente de la Federación de Municipios de Catalunya (FMC), el socialista Manuel Bustos, y la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega. Ortega aseguró que los cambios en la forma de pagar el RMI tenían el visto bueno de Bustos, quien negó por activo y pasivo este extremo.