Médicos de Noruega sí que ven relación entre la vacuna de Astrazeneca y los trombos
Los profesionales del Hospital Universitario de Oslo difieren de los últimos estudios publicados a nivel internacional que avalan la seguridad del fármaco británico
La seguridad de la vacuna de Astrazeneca se ha convertido en un profundo debate para la comunidad científica. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha respaldado su uso en el viejo continente. Sin embargo, algunos colectivos médicos se han desmarcado de la línea impuesta por los reguladores sanitarios porque sí que encuentran una relación directa entre la administración del fármaco y la aparición de trombos en la sangre.
La Unidad Médica del Hospital Universitario de Oslo (Noruega) apunta a que la reacción inmunológica que produce la vacuna británica puede ser la causante de los casos de trombosis que han sufrido tres sanitarios ingresados en el centro. Uno de ellos falleció en la última semana.
«Hemos hecho varios hallazgos que pueden explicar la evolución clínica de los pacientes. Esos hallazgos respaldan nuestra hipótesis de que tuvieron una fuerte respuesta inmunológica que provocó la formación de anticuerpos, que pudo activar a su vez las plaquetas y causar los trombos», ha explicado el jefe del equipo médico, Pål André Holme, según ha publicado la Agencia Efe.
Los profesionales del hospital no ven «otra explicación posible» para las complicaciones de salud que han sufrido algunas de las personas que recibieron la inyección. «La Agencia del Medicamento no puede excluir que estos casos puedan tener una conexión con la vacuna», han advertido en un comunicado.
Noruega investiga dos nuevas muertes de pacientes que recibieron la vacuna
Sus declaraciones se producen después de que las autoridades sanitarias del país escandinavo haya iniciado este lunes la investigación de otras dos muertes más en el país de dos personas que recibieron una dosis de Astrazeneca y desarrollaron un cuadro tromboembólico inusual.
La lista de fallecimientos que están bajo la lupa en Noruega ya se eleva a cuatro personas. En todos los casos, presentaban una cantidad baja de plaquetas, coágulos en los vasos sanguíneos y hemorragias. Son síntomas similares a los que se han detectado en otros países y que provocaron la suspensión temporal de la vacuna, a la espera del veredicto de la EMA que ha vuelto a ponerle en circulación.
Noruega, junto con Dinamarca y Suecia, es uno de los países que ha decidido mantener la suspensión de la vacuna hasta que se aclaren todos los flecos pendientes. Los casos de complicaciones de salud están siendo revisados tanto por el Hospital Universitario de Oslo como por el Instituto de Salud Pública.
Es una postura mucho más severa que la que han adoptado las principales potencias europeas. Alemania, Italia o España tienen previsto reanudar la administración de la vacuna británica, después de que los reguladores sanitarios no encontraran evidencias de una relación directa con la aparición de trombos sanguíneos.
Un nuevo estudio avala la seguridad de Astrazeneca
Los médicos noruegos se han desmarcado de la tónica general impuesta por los científicos. Además de las conclusiones de la Agencia Europea del Medicamento, un nuevo estudio ha ratificado la seguridad del fármaco de Astrazeneca.
Investigadores de Estados Unidos han confirmado los principales porcentajes de eficacia de la vacuna británica y no han identificado un mayor riesgo a sufrir trombosis o eventos relacionados tras los pinchazos.
Los resultados se basan en el comportamiento de 32.449 voluntarios que participaron en los ensayos clínicos de fase tres que la farmacéutica británica realizó en suelo norteamericano. «Estos hallazgos reconfirman los resultados anteriores observados en los ensayos con la vacuna en todas las poblaciones adultas», ha explicado Ann Falsey, la investigadora principal del estudio de la Universidad de Rochester.
La investigación ha demostrado que la eficacia de la vacuna es superior al 79% en los colectivos adultos y supera el 80% en los mayores de 65 años. Un argumento más para acabar con las limitaciones de edad en países como España que todavía la administran solo para personas menores de 55 años.
«Este análisis valida la vacuna de Astrazeneca como una opción de vacunación adicional muy necesaria, ofreciendo la confianza de que los adultos de todas las edades pueden beneficiarse de la protección contra el virus«, ha puntualizado la catedrática de Medicina.