Mas utiliza la ley de consultas para teatralizar otro enfrentamiento con Rajoy
El President insiste en que el texto le ampara para convocar el referéndum del 9N y se blinda antes de la entrevista con el jefe del Ejecutivo
Un dirigente del arco parlamentario catalán, partidario de que los ciudadanos de Catalunya se puedan expresan en relación a su futuro, asegura, no obstante, que la política catalana cae siempre en el mismo error: “no pensar en los escenarios políticos ni los posibles planes del adversario político”.
Eso ha sido una constante en los últimos años. La política catalana vive en su burbuja. Las instituciones políticas catalanas, de hecho, funcionan como si nada ocurriera en el exterior. Y, este miércoles, la comisión de asuntos institucionales del Parlament aprobó el texto de la ley de consultas, que utilizará el President Artur Mas para convocar la consulta del 9 de noviembre.
Tanto Artur Mas, como Francesc Homs, conseller de Presidència, insisten en que nadie debería mantener los prejuicios, y que el Gobierno central debería esperar a ver la ley de consultas, que permite, con toda la pulcritud constitucional, una consulta en la que se pide a los catalanes si quieren que Catalunya sea un estado, y en caso afirmativo, si quieren que sea independiente.
El blindaje teatralizado de Mas
Mas, un tanto inquieto porque sus palabras se interpretan continuamente en función de los intereses de sus interlocutores, reaccionó este miércoles tras su entrevista en Bloomberg, en la que aseguraba que estaba dispuesto a negociar la pregunta con Mariano Rajoy, en el trascurso de su entrevista –se concretará antes de que acabe el mes de julio– si ello servía para poder realizarla.
Y este mismo miércoles ha llamado a los líderes de los partidos que están a favor de la consulta, Oriol Junqueras (ERC), Joan Herrera (ICV) y David Fernández (CUP) para dejarles claro que no hará nada sin un nuevo acuerdo con todos ellos. Es una forma de blindaje, pero también otro paso más para “teatralizar” la política catalana, según un dirigente parlamentario.
Porque hay algunas cosas claras. Mas se entrevistará con Rajoy y le pedirá que le deje convocar la consulta. Pero el Presidente del Gobierno ya ha reiterado su rechazo. “Ni debo ni puedo”, ha asegurado.
Ley de consultas vigente
Y es que ahora mismo ya existe una ley de consultas, la que aprobó el gobierno tripartito, basándose, como ahora, en el artículo 122 del Estatut. Los textos son muy similares. Un experto jurídico asegura que el aprobado en comisión este miércoles es, incluso, menos ambicioso que el del tripartido.
El consejo de ministros que presidía el socialista José Luis Rodríguez Zapatero recurrió la ley ante el Constitucional en diciembre de 2010. El Gobierno socialista argumentó el recurso asegurando que la ley catalana equiparaba la consulta popular al referéndum y que el único límite a la potestad para la regulación de esas consultas en el ámbito de Catalunya era la necesaria autorización del Estado.
Autorización del estado
El Constitucional anuló la ley, con una suspensión cautelar. Pero es cierto que levantó el veto en junio de 2011. Sin embargo, precisó de nuevo casi lo mismo que lo que decía el Gobierno. “El posible objeto de las consultas ha de circunscribirse al ámbito de las competencias de la Generalitat, mientras que la celebración de una eventual consulta está, en todo caso, supeditada a la obtención de la previa autorización del estado”. Y añade que el Estado decidirá “con entera libertad, acerca de la conveniencia de otorgar o no la autorización”.
Pero la querencia por el teatro del Govern de Artur Mas es importante. Y, pese a conocer todos esos precedentes, insiste en que la ley de consultas amparará una doble pregunta sobre la independencia de Catalunya.
Sólo para las competencias de la Generalitat
En el artículo 3 del texto aprobado este miércoles en comisión se asegura que el President o Presidenta “puede pedir la opinión de la ciudadanía sobre cuestiones relativas a materias de competencia de la Generalitat de Catalunya. En el caso que la consulta afecte competencias de otras instituciones que integran la Generalitat, el Govern puede pedir la opinión del órgano correspondiente antes de la convocatoria”.
El Govern lo pidió. Reclamó al Gobierno central que transfiriera la competencia para convocar referéndums a través del 150.2 de la Constitución. Y el Congreso rechazó esa posibilidad el pasado mes de abril.
Sin embargo, el teatro continua. La ley de consultas puede servir para pedir a los catalanes si están o no a favor de que se aplique en todo el territorio la técnica del fracking, para conseguir gas bajo tierra, pero no para pedir la independencia, según aseguran fuentes parlamentarias.
El guión fijado hasta noviembre
Rajoy y Mas se verán en pocos días. Cada uno de ellos ya tiene fijada su posición. ¿Entonces para qué se ha convocado la entrevista?
Mas desea firmar el decreto de convocatoria de la consulta del 9N, y lo hará justo después de que se apruebe, en el pleno del Parlament, la ley de consultas y de participación ciudadana, que lleva por título exactamente el de Ley de consultas populares no refrendarias y participación ciudadana. Eso será a principios de octubre.
Mas y Rajoy saben que el Gobierno español presentará un recurso ante el Tribunal Constitucional, a la ley y a la convocatoria. Y Mas y Rajoy saben que los dos mandatarios buscarán seguir gobernando, ganando tiempo.
Es la política teatral de Artur Mas y que impera en la política catalana.