Mas se queda solo ante el rechazo de ERC y PSC a entrar en el Govern
El President quiere reiniciar la legislatura sin renunciar a la consulta
La tesitura en la que se encuentra el President Artur Mas es endiablada. Tras seis meses de legislatura, sin presupuestos para 2013, y con presiones desde todos los ángulos, Mas quiere racionalizar la situación. El objetivo es llegar al final de la legislatura, en 2016, convocar la consulta soberanista, que no tiene por qué ser vinculante, y lograr un Govern de unidad que afronte la grave crisis económica.
Esos objetivos podrían ser asumibles por una gran parte del arco parlamentario. Esquerra Republicana está interesada en convocar cuanto antes la consulta, y el PSC fijó en su programa electoral el derecho a decidir, siempre que fuera a través de una consulta pactada y legal. En esto está Artur Mas.
Pero la inclusión de los dos partidos en el Govern de la Generalitat se antoja imposible. Los dos posibles socios de Mas defienden tesis opuestas. Y el President se ha quedado solo, buscando cómo avanzar en una legislatura que nació con muy pocas expectativas de futuro.
Interpretación de los sondeos
Las encuestas, además, señalan una evidencia cuya correcta interpretación será determinante para el futuro de CiU. Mas pierde apoyo electoral, porque, según los expertos, una buena parte del electorado de la federación nacionalista se encuentra “desubicada”, porque el viraje soberanista de Mas ha sido excesivamente veloz, y porque, aunque en menor medida, las voces discordantes en el seno de CiU, ofrecen mensajes contrapuestos.
Y eso la oposición lo sabe. El PSC comienza a valorar que Mas está ya amortizado, y que no tiene por qué apoyar un Govern que considera herido de muerte. También el PP catalán está en esa línea. Y los dos partidos, PSC y PP, podrían ser la alternativa que necesita Mas.
Para aprobar los presupuestos de la Generalitat, si Mas pierde a Esquerra, necesitaría la abstención de PSC y PP conjuntamente. Si Mas desea caminar a lo largo de la legislatura no tiene otras opciones.
El PSC rechaza a ERC
El President, forzado por la gran cacofonía existente, por parte de todas las fuerzas políticas y por los resultados de las encuestas –que dejan a CiU en segunda posición, por detrás de ERC, por primera vez– reclamó este martes desde el Palau de la Generalitat un gobierno de unidad, con los republicanos y los socialistas. Y se encontró con el rechazo de los dos partidos, por motivos totalmente distintos.
Esquerra aceptaría entrar en el Govern, según su secretaria general, Marta Rovira, si Mas fija ya el calendario y la pregunta en la consulta. Y el PSC formaría parte del Govern siempre que no esté también Esquerra, y el cambio de orientación de Mas fuera sustancial, dejando de lado la creación de estructuras de estado, como la Hacienda propia, un hecho que el propio Mas reivindicó este martes. Así lo expresó el portavoz del PSC en el Parlament, Maurici Lucena, quien insistió en que en un gobierno de unidad no se debería descartar al PP catalán.
Recuperación económica
Este es el cuadro en el que se deberá mover Artur Mas. El president destacó la aprobación de un plan de gobierno, de 2013 a 2016, con diferentes ámbitos de actuación, centrado en la recuperación económica. Mas, incluso, consciente del problema, aseguró que, a partir de ahora, se difundirá toda la acción del Govern, y no sólo lo que aprueba cada martes el Consell Executiu o las iniciativas que se sacan adelante en el Parlament. Porque si se atiende a ello, la imagen es la de un Govern paralizado, a la espera de poder convocar la consulta.
Los círculos empresariales, y dirigentes políticos, tanto de Convergència como de Unió, siguen trabajando en Madrid para alcanzar una solución que desbloquee la difícil situación de Artur Mas. Consideraron hace meses que había que salvar al propio ‘soldado’ Mas. Y lo siguen intentando, negociando con el Gobierno de Mariano Rajoy.
Pero el problema de Mas es que sea percibido ya como un dirigente amortizado.