Mas se la juega y apurará hasta el 31 diciembre para pactar la consulta
El conseller Homs admite que en caso contrario “el ridículo será monumental”
El President Artur Mas tiene “una posición” sobre la pregunta y la fecha de la consulta soberanista. Sabe que debe alcanzar un acuerdo con ERC e ICV, olvidado ya, por ahora, el PSC. Y sabe que deberá apurar al máximo, desde la convicción de que si se queda atado únicamente a Esquerra no irá “a ninguna parte”, como aseguró este lunes en la ejecutiva de Convergència Democràtica.
El conseller de Presidència, Francesc Homs, ha afirmado que el que quiera saber el final de este nuevo sainete de la política catalana deberá reservarse “del 27 al 31 de diciembre”. Es decir, se vuelve al acuerdo en el último minuto, como ocurrió con el Estatut.
Mas, por tanto, aunque tiene pensada la pregunta, quiere acordarla, hacerla “inclusiva”, como él mismo aseguró, permitiendo que ICV-EUiA la pueda suscribir, pese a las dudas de los ecosocialistas. En realidad se trata de jugarse el todo por el todo, porque si no hay pregunta no hay consulta, y, por tanto, no hay proceso, como ha afirmado Homs, añadiendo que en ese caso “el ridículo sería monumental”.
Aprobar los presupuestos
Pero las fechas que ha ofrecido Homs indican un hecho decisivo, y es que Esquerra debería confiar en CiU y en el President Mas y aprobar antes, en el pleno del 16 al 17 de diciembre en el Parlament, los presupuestos de 2014. Con las cuentas aprobadas, Mas ganaría tiempo. Incluso más de un año, porque siempre podría prorrogar los presupuestos y llegar hasta mediados de 2015, perdiera o no por el camino el apoyo de los republicanos.
En estas semanas, sin embargo, Mas será lo más discreto posible para que se pueda alcanzar un acuerdo. En ningún caso, sin embargo, anunciará la pregunta en una entrevista en TV3, como algunos medios han apuntado. Homs lo ha desmentido rotundamente. La idea, según el conseller, es que cuando se acuerde la pregunta y la fecha “también se pacte cómo se comunica”.
Afrenta del Gobierno central
Al margen de ello, que no es una cosa menor, porque el Govern de CiU ha centrado toda su legislatura en la cuestión de la consulta soberanista, el Consell Executiu no ha dado mucho más de sí.
Homs se ha limitado a anunciar que la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, se reunirá con los grupos parlamentarios para buscar una salida unitaria frente a un documento del Gobierno central en el que propone suprimir algunos organismos autonómicos con la idea de no duplicar servicios públicos. El Gobierno español aconseja suprimir varios organismos catalanes, como el síndic de Greuges, la Sindicatura de Cuentas, el Servicio Metereológico o el Centro de Estudios de Opinión.
Para el Govern de CiU es una afrenta, que se añade a otras cuestiones que invitarían a suscribir el proyecto independentista que defiende el President Mas.