Mas no logra consenso político ni económico contra la crisis
La cumbre fracasa por falta de unanimidad en el diágnostico de la situación y en las recetas para resolverla
Había riesgo de que la cumbre convocada por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, para tratar la situación de crisis de Catalunya pudiera convertirse en una photo opportunity. Existía el riesgo de que la falta de consenso convirtiera ese encuentro en el primer error político del nuevo Ejecutivo. Lo que podía haberse convertido en una especie de Pactos de la Moncloa a la catalana ha acabado sin unanimidad ni consenso, justo lo contrario de lo que pretendía. Un acuerdo de mínimos y máximas diferencias en el contenido y el continente de la reunión.
El documento elaborado por el grupo de expertos del Carec, que preside Salvador Alemany, y que había de servir de referencia y base sobre la que construir un pacto político y económico quedó invalidado a la primera de cambio. Diferentes asistentes a la cumbre se desmarcaron del diágnostico que el Carec realiza de la situación. Al final, los agentes sociales y económicos optaron por regresar a la hoja de ruta que ya existía y que habían consensuado empresarios y sindicatos con el anterior gobierno tripartito.
De hecho, el propio Gobierno de Mas se comprometió a seguir sus dictados durante este año en una prueba clara de las dificultades para alcanzar un acuerdo que pudiera ser refrendado por los siete grupos parlamentarios, las tres patronales y los sindicatos mayoritarios presentes en la reunión. “Tanto las medidas, como los compromisos y los mecanismos de participación, seguimiento y evaluación continúan siendo válidos”, rezan las conclusiones de la cumbre al referirse al Acuerdo Estratégico aprobado en 2005 y revisado para el periodo 2008-2011.
Sin medidas concretas
Al final del encuentro, el Ejecutivo difundió unas conclusiones en las que más allá de mostrar la preocupación general por la situación de crisis y sus efectos en términos de paro, impacto social y dificultades del tejido productivo no se concretan acciones y medidas concretas.
Tanto los sindicatos como diferentes grupos políticos criticaron tras la cumbre la “improvisación” del Gobierno y la preocupación de Mas por la puesta en escena y la rueda de prensa posterior en vez de ocuparse de los contenidos.
Plazos al Gobierno
Los acuerdos de mínimos alcanzados apuntan, además, al propio Gobierno de la Generalitat, al que se le pide que impulse determinadas actuaciones, algunas de ellas en un plazo breve. Por ejemplo, la simplificación administrativa, la reforma de la formación profesional, mejorar la gestión de las infraestructuras estratégicas, racionalizar el marco fiscal para el sector productivo, practicar políticas de fomento del empleo y apoyar a los sectores sociales más afectados por la crisis.
Pese a lo sucedido en la cumbre, Mas transmitió un mensaje de éxito y satisfacción al finalizar la reunión. Una valoración que fue contrarrestada por las fuerzas sindicales y políticas participantes.