Mas impulsará una coalición electoral soberanista en las próximas elecciones
CiU necesita a Esquerra, que busca su propio camino con la atracción de ex dirigentes socialistas
Los dirigentes de CiU, hasta ahora, han defendido que no hay otra opción que la celebración de una consulta soberanista, fijada ya para el 9 de noviembre de 2014. El objetivo es negociar con el Gobierno central, para que ceda esa competencia a la Generalitat. Pero, aunque oficialmente esa pretensión se mantenga, el propio President Artur Mas, y algunos dirigentes, como el secretario general de CDC, Josep Rull –siempre muy entusiasta con la causa independentista—admiten que se acerca la decisión de convocar unas elecciones autonómicas anticipadas, con un carácter plebiscitario.
Mas lo aseguró esta semana en el Parlament, al plantear, sin embargo, que cuando decida adelantar los comicios lo hará de común acuerdo con el bloque de partidos que secundan la consulta. Eso obliga a Mas a renunciar a su propia prerrogativa como President, porque sólo él tiene esa posibilidad. En cualquier caso se trata también de una cuestión de sentido común. Mas es consciente que, en el caso de anticipar las elecciones, necesitará un acuerdo preelectoral con otros partidos, y en primer lugar con Esquerra Republicana.
¿Por qué? Porque ese carácter plebiscitario va a obligar a toda la sociedad catalana a dividirse en dos grandes bloques. El propio Oriol Junqueras, presidente de ERC, aseguró este sábado, en tono de denuncia, que el PSC se podría acercar al PP y a Ciutadans en las elecciones municipales.
Hasta el final, con todas las consecuencias
Y si CiU se presentara por separado, y cada fuerza política también, aunque se compartiera un programa político soberanista –con el objeto de declarar la independencia de Catalunya—todo podría quedar muy parecido a como está ahora.
La dirección de Convergència Democràtica tiene esa cuestión muy clara. Y considera que se deberá impulsar una coalición electoral con los partidos que apuesten ya, directamente, por la independencia de Catalunya. O se juega ya con todas las consecuencias, o se olvida el proyecto. Y la cúpula de CDC quiere seguir, a la vista de que el Gobierno central que preside Mariano Rajoy no presenta ninguna alternativa.
Como Solidaritat en 1907
Esa coalición electoral evoca a la coalición de los catalanistas de la Lliga Regionalista con los republicanos nacionalistas, los republicanos federales o los carlistas, que lideró Prat de la Riba en las elecciones generales de 1907. Obtuvieron 41 de los 44 escaños en juego en Catalunya, y fueron la tercer fuerza política en España. Aquella coalición, llamada Solidaritat, se podría repetir en el momento en el que Mas vea más conveniente convocar las elecciones, previsiblemente a lo largo de 2015.
Pero Convergència tiene un problema grave. Primero debería convencer a Unió Democràtica de Josep Antoni Duran Lleida de la necesidad de esa coalición, y de los pasos que se podrían seguir después. Pero, principalmente, deberá creer y confiar en Esquerra. Y eso no es tan fácil.
Confiar en Esquerra
La dirección de Convergència asegura que Artur Mas y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, habían llegado a un acuerdo sobre las elecciones europeas, con una candidatura única. Pero que los republicanos no lo acabaron aceptando. ¿Conclusión? Junqueras es el dirigente político más respetado en Esquerra desde hace años, pero el partido es el partido y tiene su dinámica propia.
Si esa coalición electoral en las europeas ha sido imposible, ¿lo será en unas elecciones al Parlament, con carácter plebiscitario, en las que Esquerra podría obtener una amplia victoria?
Esas son las dudas que en la sede de Convergència han comenzado a surgir, máxime al ver lo que está haciendo Esquerra en los últimos días.
Junqueras, a la búsqueda de ex socialistas
Oriol Junqueras incorporará al ex dirigente del PSC, Ernest Maragall, como número dos en las elecciones europeas. Pero, Junqueras también quiere acercarse a otros ex dirigentes, y agrupaciones socialistas, como el grupo de Avancem, todavía en el PSC.
Hay figuras buscando un nuevo lugar bajo el sol, desde Montserrat Tura, a Marina Geli, Antoni Castells, Joan Ignasi Elena o Antoni Comín. Es decir, es Junqueras quien está preparando, pacientemente, una gran coalición electoral que podría liderar él mismo.
Municipales de mayo de 2015, como en 1931
Por ello, aunque CiU y ERC mantienen un pacto de gobierno, y un pacto tácito para ganar tiempo, en el caso –muy probable ya por todos—de que no haya consulta el 9 de noviembre, los republicanos siguen yendo a lo suyo. Y podrían forzar esas elecciones anticipadas para el mismo mes de noviembre de 2014, o, en el caso que más entusiasma al movimiento independentista, hacerlas coincidir con las municipales de 2015, evocando el cambio de régimen que provocaron las municipales de 1931.
Un dirigente de Convergència señala esa circunstancia, nunca banal, en la política catalana. “El simbolismo de los momentos históricos siempre es muy preciado por el nacionalismo”.