Mas impulsa el nuevo 9N con las condiciones de la CUP

El President Artur Mas sabe que la pseudoconsulta que ofreció para el 9 de noviembre debería ser un éxito de participación si, posteriormente, se decide a convocar unas elecciones al Parlament con carácter plebiscitario. Sabe también que no puede dar una imagen de soledad, y que necesita el apoyo entusiasta de Esquerra Republicana a esa consulta. Por ello, ha aceptado las condiciones que le había planteado la CUP, para establecer una especie de “acuerdo técnico”, según el conseller de Presidència, Francesc Homs.

Ese acuerdo pasa la aceptación de buena parte de los diez puntos que había planteado el diputado de la CUP, David Fernández, y que expresan la necesidad de facilitar el voto y de difundir las condiciones de la consulta.

Responsable de cualquier incidencia

El Govern asume por escrito el compromiso con la ciudadanía para hacer posible la recomposición de la unidad de las fuerzas políticas a favor del derecho a decidir. Y también «se hace responsable de cualquier incidencia y ante cualquier alteración que pueda sufrir la cita del 9N y «asume la responsabilidad y se compromete a debatir las alternativas», según ha anunciado Homos.

Ahora, la idea es que ese “acuerdo técnico” sobre el nuevo 9N sea ratificado por todos los partidos favorables a la consulta, especialmente ERC e ICV, que se ha distanciado en los últimos días.

Reuniones con todos

Mas se reunirá con todos los dirigentes pro consulta para conseguir ese acuerdo. El Govern de CiU, y, en concreto Convergència, sabe que si la consulta no tiene éxito –Homs ha rechazado señalar un mínimo de participación– difícilmente se podrán convocar elecciones. Ahora se verá el compromiso de cada fuerza política con esa alternativa que ofreció Mas, aunque toda la política catalana gira ya alrededor de las elecciones anticipadas.

Todo esto llega cuando se han rgistrado ya 23.000 voluntarios para la consulta. El Govern había solicitado 20.000, pero las solicitudes se siguen produciendo.