Más de 30 familias catalanas piden la escolarización con el 25% de castellano tras Canet
En la última semana 32 familias han reivindicado que se cumpla la sentencia del Tribunal Supremo para poner fin a la inmersión lingüística del catalán
La familia de Canet de Mar fue la chispa y ahora las llamas se extienden. A raíz de la polémica en la que un alumno fue señalado por reivindicar que se respete la ley del Tribunal Surpremo y recibir el 25% de las clases en español, las familias de más estudiantes han seguido el mismo camino. Según RAC 1, en la última semana 32 familias han realizado la misma reivindicación.
A estas están a punto de sumarse otras 13 peticiones más en los juzgados, según ha explicado la Asamblea por una Escuela Bilingüe. Esta cifra es elevada si se compara con que, desde 2014, en los últimos cinco años han sido 40 las que se han acercado a esta fundación para pedir un mayor peso del castellano en las aulas, según ha apuntado José Domingo, abogado del caso Canet y uno de los fundadores de esta organización que preside actualmente Ana Losada.
En una entrevista en Voz Populi, este experto defensor de los derechos lingüísticos ha explicado por qué ha tenido tanta repercusión el caso de Canet. “El Departamento de Educación ha decidido hacer un coup de force en ese colegio. Era el primero en el que se tenía que aplicar la educación bilingüe después de que la sentencia del TSJC de modificación del régimen lingüístico del sistema educativo catalán alcanzará firmeza”, ha apuntado.
Canet de Mar como prueba piloto
Para Domingo, la Generalitat ha usado el colegio de Canet de Mar como prueba piloto. “Si conseguían neutralizar esta escuela transmitían a la sociedad española que las resoluciones judiciales contrarias a la inmersión no se cumplen en Cataluña”, ha añadido. En su opinión, el Govern lleva tiempo reclamando un estatus especial para la lengua catalana que impida el “control judicial de los excesos nacionalistas”.
El fundador de la Asamblea por una Escuela Bilingüe ha recordado que, según la sentencia del Tribunal Supremo, el actual modelo lingüístico del sistema educativo con la inmersión lingüística obligatoria en catalán para todos los alumnos catalanes es ilegal. “No hay más remedio que aplicar la sentencia. Los argumentos que se están dando para eludir el cumplimiento de la sentencia son ridículos desde un punto de vista intelectual”, ha concluido.