Mas da otro paso para quitar el puesto a Puigdemont y Torra
Artur Mas dice que no tiene ganas de regresar a la primera línea, pero que cada vez más gente le pide que vuelva a ser candidato a la Generalitat
Artur Mas amaga con volver a ser candidato a la presidencia de la Generalitat. El expresident, cuya inhabilitación por haber organizado la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014 acaba en febrero del año que viene, aseguró este lunes que no tiene ganas de volver a la primera línea política, pero ha abierto la puerta a hacerlo porque cada vez, ha dicho, se lo piden más.
«Hay bastante gente, de manera creciente, que me pide que coja más responsabilidades de las que tengo actualmente, que tengo muy pocas», ha dicho en una entrevista en Rac-1. Aunque acto seguido ha añadido: «Pero no es menos verdad que este no es mi deseo principal».
Mas ha insistido en que no tiene «el deseo y la voluntad» que tuvo en el pasado para alcanzar la presidencia del gobierno catalán. Pero hace meses que el expresident da pasos para incidir en la reordenación aún pendiente del espacio posconvergente y que, sabedor de que tiene valedores en el seno del Pdecat, se deja querer.
Todo dependerá de cómo acabe el encaje del partido heredero de Convergència en Junts per Catalunya (JxCat), un asunto en que Mas ejerce de contrapeso a Carles Puigdemont y que debería empezar a clarificarse este mismo mes de septiembre.
El expresident también se manifestó contrario a la posibilidad de convocar elecciones anticipadas en Catalunya, que JxC rechaza de plano, con el president Quim Torra y con Puigdemont a la cabeza. «Esa no es ninguna solución, excepto que se busque algún tipo de interés paridista», dijo en referencia a Esquerra, que es quien ha puesto el regreso anticipado a las urnas sobre la mesa.
El pasado mes de enero, Mas fue sentenciado por el Tribunal Supremo a 13 meses de inhabilitación por el 9-N que habrá cumplido el próximo 23 de febrero. En julio, además, el Tribunal de Cuentas condenó al expresident, los exconsellers Francesc Homs, Joana Ortega e Irene Rigau y varios altos cargos de aquel ejecutivo de Mas a sufragar cinco millones de euros por los preparativos de la consulta de 2014.