Mas concentra las críticas de los sindicalistas de CCOO
Gallego remarca el reto de la unidad de acción junto a otras organizaciones, el gran objetivo del congreso
Desde que Juan Carlos Gallego llegó a la secretaría general de Comisiones Obreras de Catalunya (CCOO) hace cuatro años, el entorno laboral ha cambiado totalmente. “Han habido demasiados expedientes de regulación, incumplimientos de convenios, muchas movilizaciones y tres huelgas generales”, ha recordado en su primera intervención ante los 659 delegados reunidos en el X Congreso del sindicato este viernes. Sobre la mesa, el gran reto de la unidad sindical. «Tenemos que reforzarnos para ser más útiles en la defensa de los derechos de los trabajadores”, ha defendido el secretario general.
El mensaje es claro: se debe interponer la protección de los derechos laborales a las siglas. Y ello se ha demostrado con la participación del secretario general de la Unión General de Trabajadores de Catalunya (UGT), Josep María Álvarez, en el encuentro. Es habitual que acuda en los congresos de su rival histórico, pero no ha sucedido en demasiadas ocasiones que el discurso pronunciado arranque los aplausos de los presentes. Más tímidos que los que han recibido otros representantes de los trabajadores de Europa, pero también presentes. Álvarez ha defendido a capa y espada la unidad de acción en todos los niveles, alegando que es “el principal patrimonio que tienen los trabajadores”. Además, se ha comprometido a llevarlo “lo más lejos que pueda” en el congreso de UGT, que tendrá lugar el próximo abril.
Mas, el abucheado
Ni otros sindicalistas ni la nutrida representación de patronales catalanas que han acudido este viernes al palacio de congresos de Barcelona han sido el blanco de las protestas de los sindicalistas. Los abucheos de los delegados de CCOO los ha concentrado el President en funciones de la Generalitat, Artur Mas.
Desde su llegada al recinto ferial de la capital catalana, los representantes de los trabajadores le han mostrado en bloque el profundo rechazo hacia su política de recortes. El líder de Convergència i Unió (CiU) ha decidido dar la cara y hacer acto de presencia en el congreso justo antes de sentarse a negociar el futuro de Catalunya con el candidato a la presidencia de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras. Ante los sindicalistas, ha argumentado que las políticas que ha impulsado en los dos años de mandato no distan tanto de las de otras regiones de Europa en las que el eurogrupo también ha recetado austeridad. Un mensaje que aún ha enfurecido más al auditorio.
Acompañaba a Mas el conseller de Empresa i Ocupació en funciones, Francesc Xavier Mena, quien también ha recibido algún que otro reproche. Desde la sala, se le ha recordado que fue el responsable de dinamitar la concertación social en Catalunya. Completaban la fila noble del congreso el alcalde de Barcelona, Xavier Trias; el presidente de Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà; el de Fepime, Eugeni Cima (quien se estrenaba en un acto de estas características después del reconocimiento judicial de la representantividad de la institución); el de Pimec, Josep González; y el de Cepyme, Salvador Guillermo.
Balsa de aceite
Además del entorno de crisis y recesión, otra de las grandes diferencias entre este congreso y el anterior es que el encuentro de este fin de semana será una balsa de aceite, según afirman desde distintas federaciones a Economía Digital. Las voces críticas se harán oír, pero casi se ha descartado del todo la presentación de una candidatura alternativa a la de Gallego. Hay tiempo hasta el mediodía de este sábado.
Antes, los delegados tienen que dar su opinión sobre el informe de gestión de CCOO de Catalunya. Un documento que ha sido presentado por el secretario general este viernes y que ha sido visto con buenos ojos. La única línea roja que hay (y que algunos delegados ya han puesto sobre la mesa) es la fusión con UGT con la que algunos especulan. “Bailar juntos sí, pero ni hablar de boda”, sentenciaban en el congreso.