Mas busca un Govern de unidad para salir de la crisis

El llamamiento del President obliga a Junqueras y Navarro a posicionarse

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El President Artur Mas lo valoró durante la campaña electoral. Y comunicó a algunas personas de su entorno que su objetivo era el de, tras las elecciones, incorporar a miembros de otras fuerzas políticas para formar un Govern de unidad. El resultado electoral desbarató la idea, aunque no la necesidad de contar con un amplio apoyo político. Ahora, Mas ha vuelto a trabajar sobre ello y lo ha hecho con un claro llamamiento para formar un gobierno de unidad que incorpore a consellers de Esquerra y del PSC.
 
La primera cuestión es abordar, de forma conjunta, la grave crisis económica, buscando un gran consenso sobre en qué se puede seguir recortando y qué planes para reactivar la economía se pueden establecer.

El derecho a decidir y el PSC

Pero Mas no puede olvidar el derecho a decidir y su compromiso para convocar una consulta soberanista en 2014. Y el hecho de que el PSC haya podido alzar la cabeza, rompiendo la disciplina de voto con el PSOE, con el voto en el Congreso de una resolución sobre el derecho a decidir, votada también posteriormente en el Parlament, ha llevado al jefe del Ejecutivo catalán a ver posible un acuerdo con los socialistas. Es decir, en los dos ejes, el social y el nacional, Mas ve posibilidades ahora de establecer un gran acuerdo con el PSC, sin dejar en la cuneta a Esquerra.

Esa pretensión de Mas, que admiten dirigentes de Convergència, que están en una posición minoritaria en el partido, pero que desde el primer momento querían un acuerdo con el PSC, obedece también a un claro objetivo: no estar en manos de Oriol Junqueras, el líder de ERC.

ERC y su posición de comodidad

Y si se ofrece al PSC que se integre en el Govern, como lo hizo de forma diáfana Artur Mas este viernes, en una entrevista en Rac1, también se hace lo propio con Esquerra, para que tenga claro que no se puede firmar un acuerdo de gobernabilidad y defenderlo desde la oposición, que es la opción más cómoda para los republicanos. Y la que hace un daño enorme en CiU. Prueba de ello ha sido la dimisión de Agustí Colomines, al frente de la fundación de CDC, CatDem, por criticar, precisamente, a los republicanos por su falta de compromiso.

¿Por qué ahora ese gobierno de unidad puede ser más factible? El acuerdo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, capitaneado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, sobre el déficit de las autonomías, puede permitir a la Generalitat un respiro importante para no tener que ajustar en unos 4.000 millones, como estaba previsto inicialmente, el presupuesto de 2013.

El PP podría entender el acuerdo

Sin esas exigencias, si Catalunya pasa de un 0,7% de déficit a un porcentaje cercano al 1,5% o al 2%, -en el caso de que la Comisión Europea fije un déficit para España del actual 4,5% al 5,5% o el 6%– las posibilidades de acuerdo entre Mas, Junqueras y Pere Navarro serán mayores.

La situación lo exige. Mas es consciente de ello. No puede, ni quiere, asumir en solitario la gestión de una situación desesperada. Y el propio PP catalán tampoco es ahora el fiero enemigo, después de la decisión de Montoro. Los populares entienden que CiU quiera aproximarse al PSC.

El guión del consejo asesor

Sin embargo, Mas debe seguir el guión. Se comprometió a ello. Y, al margen de la eficacia que pueda tener, el President nombró este mismo viernes a los componentes del Consejo Asesor para la Transición Nacional, los encargados de analizar y establecer las posibles vías legales para convocar esa consulta.
 
El presidente será Carles Viver Pi-Sunyer, director del Institut d’Estudis Autonòmics, y ex magistrado del Tribunal Constitucional. El consejo lo integran, además, juristas utilizados en otras ocasiones para buscar cómo ensanchar el autogobierno de Catalunya, como Enoch Albertí o Joan Vintró. También estará el empresario Joan Font; Salvador Cardús; Ferran Requejo; Josep Maria Reniu; Núria Bosch; Germà Bel, o Carles Boix, del colectivo Wilson, favorable a la independencia, que protagonizó un acto reciente en el Cercle d’Economia. Y, sorpresivamente, o no tanto, la periodista Pilar Rahola.

Salvación política

Con todas esas circunstancias, tanto Esquerra Republicana como el PSC deberán posicionarse. Las primeras reacciones han sido de cierto escepticismo. Pere Navarro ha recordado que él ya propuso ese gobierno de unidad, pero sin Artur Mas. En las próximas semanas se podrá comprobar, con la negociación del presupuesto, si Mas puede conseguir ese objetivo. En gran medida puede ser también su propia salvación política.

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