Mas administra el éxito pero insiste en que Catalunya debe ser un Estado
El president inicia una nueva etapa hacia la independencia, como cualquier "país normal" tras la manifestación de la Diada
Una cierta calma. Sin excesos. Ganando un tiempo que, históricamente, CiU siempre ha sabido administrar. Pero también firmeza y claridad, nunca vista tampoco en los gobiernos que presidía Jordi Pujol. El president de la Generalitat, Artur Mas, ha dejado claro que Catalunya debe tener “nuevos instrumentos, estructuras de Estado como cualquier otro país normal de Europa”.
Mas, en una comparencia ante los medios de comunicación en el Palau de la Generalitat, no se ha referido en ningún momento a la palabra independencia, pero ha dejado entrever que la manifestación de la Diada, que se ha hecho suya, le da un poder importante para dirigir el proceso soberanista.
Consciente de las dificultades
Sin embargo, el president quiere ser prudente, al recordar las dificultades que puede tener Catalunya en el futuro para ser reconocida como un estado dentro de la Unió Europea. “No hay ningún precedente de un estado que se constituya desde otro estado miembro de la UE”, ha asegurado.
Y se ha referido a la entrevista con Mariano Rajoy prevista para el 20 de septiembre. El mensaje que ha querido lanzar sugiere que deja alguna salida para el presidente del Gobierno español, siempre que acceda a negociar el pacto fiscal que reclama CiU. “No pretendo que me escuche a mí, o no sólo a mí o a CiU, sino que escuche al pueblo de Catalunya”, ha asegurado Mas en referencia a Rajoy.
¿Adelanto electoral?
Esas palabras, la renuncia de Mas a anunciar ya un adelanto electoral, a pesar de ser preguntado sobre ello, ha llevado a algunos dirigentes políticos a apuntar algunas conclusiones. Para el secretario de organización del PSC, Daniel Fernández, como ha señalado en un tuit, Mas ni pone sobre la mesa realmente el pacto fiscal, ni el proceso de la independencia y juega, según él, “a la puta y a la ramoneta, de nuevo”, para seguir gobernando.
Pero Mas desea iniciar un cambio de rumbo, aunque con los tiempos que él marque, sin descartar un adelanto electoral, en función de cómo acabe su entrevista con Rajoy.
La respuesta de Europa
Respecto a la dimensión europea de la reclamación de Catalunya, se ha sumado una voz significativa, la del vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia. Como el Gobierno de Mariano Rajoy, Almunia quiere enfriar la cuestión, sin precipitarse en conclusiones políticas.
Pero Almunia también ha querido rechazar, precisamente por ser precipitado, la advertencia del portavoz de la Comisión, Olivier Bailly, quien aseguró que Catalunya debería salir de la Unión Europea y negociar, posteriormente, un tratado de adhesión.
“Este tipo de declaraciones, con todo el respeto, me parece que son precipitadas porque no tiene nada que ver este estado de ánimo que hemos visto en la manifestación, las imágenes que hemos visto, con discusiones sobre quien ha de pertenecer o dejar de pertenecer a la Unió Europea”, ha asegurado.
Transición nacional
La interpretación de los círculos más nacionalistas, también expresada en las redes sociales, es que Mas ha iniciado el camino de la independencia, pero no quiere ni pronunciar el término todavía. En cualquier caso, es bastante explítico reclamar “como cualquier otra nación y país normal” un Estado propio.
Según Mas, desde la Diada, Catalunya vive un primer paso de una nueva etapa que se inició al comienzo de la legislatura, y se trata de su “transición nacional”.