Maroto pide a los extranjeros que no viajen a España, pese a mantener la frontera abierta
La ministra de Turismo hace un llamamiento a la cautela pero no restringe la entrada de visitas extranjeros: "Estamos diciendo que no vengan"
El Gobierno de Pedro Sánchez se enfrenta a una paradoja: quiere evitar la llegada masiva de turistas procedentes del extranjero durante la próxima Semana Santa pero se niega a decretar el cierre oficial de las fronteras del país. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha tratado de defender esta controvertida postura oficial con un llamamiento público a los ciudadanos europeos para que no compren un billete con destino a España en los próximos días.
«Estamos recomendando que no haya viajes, tanto a los españoles como en los países que nos envían viajeros. Estamos diciendo que no vengan, pero lo dice también el Gobierno alemán y el francés», ha insistido Maroto durante una visita al Hospitality Innovation Planet.
El Gobierno ha decidido acatar las recomendaciones que ha lanzado la Comisión Europea de mantener abierto el espacio Schengen de libre circulación de personas entre todos los países miembro. La decisión dejará a las autoridades sin argumentos para frenar la llegada de turistas desde el extranjero, más allá de la obligación de solicitar una prueba PCR negativa del coronavirus en los accesos de los aeropuertos.
Las puertas de entrada seguirán abiertas para todos los ciudadanos europeos, mientras el Ministerio de Sanidad mantiene un ojo puesto en los indicadores epidemiológicos. La incidencia acumulada ha repuntado en la última semana casi 40 puntos hasta alcanzar los 170 casos positivos por cada 100.000 habitantes. Un cambio de tendencia que ha forzado todos los llamamientos de cautela. «Sean prudentes«, ha remarcado Maroto.
Precisamente, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha empezado a sondear a las comunidades autónomas para plantear un mapa de restricciones más severo durante la Semana Santa con un cierre de toda la actividad no esencial a partir de las 20.00 horas de la tarde, pero no ha dado ningún paso enfrentarse a Bruselas y frenar la llegada de turistas.
A pesar del temor epidemiológico que representa una oleada masiva de visitantes, desde las principales patronales hoteleras no se espera una respuesta a gran escala de extranjeros. Reino Unido, Alemania y Francia, los tres principales emisores de turistas, están sometidos todavía a fuertes restricciones debido al avance de la cuarta oleada de contagios que ha provocado incluso confinamientos parciales de algunos de sus territorios.
Los partidos cuestionan la estrategia de control del Gobierno
La decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de acotar al máximo los viajes entre comunidades autónomas durante la Semana Santa pero permitir el acceso de cualquier ciudadano proveniente del extranjero ha despertado muchas críticas entre los partidos políticos, tanto de la oposición, como los socios habituales del Partido Socialista y Unidas Podemos.
A los reproches habituales de la bancada de la derecha (PP, Ciudadanos y Vox) se han unido algunas voces más moderadas del Parlamento. El Partido Nacionalista Vasco (PNV), Compromís o EH Bildu, que ha sostenido buena parte de las iniciativas legislativas del Gobierno en lo que va de legislatura, han cargado ahora con fuerza contra la decisión de restringir toda la movilidad entre comunidades pero facilitar la llegada de fuera de nuestras fronteras.
El debate se ha colado incluso en la precampaña madrileña. La candidata de Más Madrid, Mónica García, ha solicitado formalmente al Gobierno Central que se limiten los vuelos turísticos, especialmente de las zonas con una alta incidencia acumulada de contagios. Mientras que la líder del Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido por enésima vez que se intensifiquen los controles en Barajas: «Nos gustaría saber a cuántas personas se ha controlado en el aeropuerto de Madrid».