Marchena permite a los acusados declarar en catalán en el Supremo
El Supremo permite a los procesados por el 1-O declarar en catalán "por razones emocionales", pero no autoriza la traducción mediante el uso de auriculares
El juez Manuel Marchena permitirá a los acusados en el juicio del procés que se expresen en catalán «por razones emocionales» cuando declaren en al Tribunal Supremo (TS), pero les ha negado la posibilidad de contar con traducción simultánea con el argumento de que eso solo permitiría entenderlos a aquellos que en la sala cuenten con auriculares, por lo que, según el argumento del presidente del tribunal, se estaría vulnerando el principio de publicidad.
El TS sí autoriza que los 12 procesados declaren en catalán con traducción consecutiva (una opción que sus abogados no consideran óptima por entender que comportaría continuas interrupciones en el discurso de los acusados). Marchena precisó que no permite el uso del catalán por la supuesta «indefensión» que arguyen sus abogados, sino porque les reconoce «razones emocionales».
El juez Marchena inició la sesión de este jueves respondiendo a las cuestiones previas planteadas las dos jornadas anteriores por defensas y acusaciones, con explicaciones prolijas sobre cada una de las decisiones.
El veto a Puigdemont
El presidente de la sala también rechazó de nuevo la petición de que comparezca el expresidente catalán Carles Puigdemont, porque está procesado en la misma causa, y, como recordó el juez, en un procedimiento penal un procesado no puede comparecer como testigo. «No se puede venir por la mañana de acusado y por la tarde de testigo», sintetizó. «Seamos serios», remató.
En este mismo capítulo de testigos, el juez sí que aceptó la petición del abogado del exconseller Joaquim Forn de citar como testigo al exministro del Interior Juan Ignacio Zoido.
Por otra parte, Marchena rechazó la incorporación de materiales disponibles en los sumarios de los juicios que también se siguen contra distintos aspectos del procés. Es decir tanto aquellos procedentes del juzgado número 13 de Barcelona como de la Audiencia Nacional, como pedían las defensas, argumentando que a la hora de la sentencia, solo se tendrán en cuenta las pruebas que se pongan sobre la mesa durante el juicio oral.
Según el juez, la incorporación de todo ese material supondría un «aluvión documental» que describió como una «metástasis» del sumario de tales dimensiones que dificultaría incluso el derecho de defensa.