Marc Ambrock: “Las empresas ya tienen sus planes para salir de Catalunya si es necesario”
El ejecutivo alemán, que dirige Adminex, asegura que la “inseguridad mata cualquier negocio”
Marc Ambrock derrocha simpatía y atención, pero valora la puntualidad germánica. Tiene una agenda complicada, viaja constantemente y aprovecha su tiempo. Es un empresario alemán, que lleva la empresa en sus genes, Ambrock, una compañía de revestimientos industriales con 125 años a sus espaldas. Marc Ambrock, sin embargo, quiso impulsar otra empresa, Adminex, con oficinas en toda Europa, en Barcelona y Madrid, con la que ayuda a internacionalizar a pequeñas y medianas empresas.
Es su pasión, porque le permite ver las peculiaridades de cada país, de cada cultura y trazar estrategias diferentes. Eso le permite tocar el brazo a su interlocutor, siendo totalmente consciente de que un alemán no lo haría. Pero Ambrock vive en Barcelona, una ciudad que considera como una de las mejores en calidad de vida.
Y, tal vez por ello, este empresario alemán, bien conectado con el mundo económico y empresarial catalán –suele participar, cuando puede en los actos que organiza la patronal Foment– tiene muy claro que el proceso independentista que vive Catalunya puede ser un mal negocio para todos. “Los Estados compiten como si fueran empresas, y los políticos necesitan tiempo para entender eso”, asegura Ambrock.
Estrategias de salida
¿Primera conclusión tras esa afirmación? Que las empresas se buscan la vida, y que huyen de las situaciones de incertidumbre. Por ello, este empresario se basa en su experiencia y asegura que “muchas empresas ya tienen sus planes para salir de Catalunya si necesario, ya han desarrollado estrategias de salida, aunque lo hacen lentamente”. Y apunta que no son sólo empresas internacionales, sino también empresas catalanas que disponen de sedes sociales en otras partes de España.
¿Existe, por tanto, un temor real, como aseguró, recientemente, un grupo de directivos alemanes? Ambrock no estaba en ese grupo, que dieron a conocer la llamada Declaración de Barcelona, pero secunda sus reflexiones. Si Catalunya se independiza y sale de la Unión Europea, “eso es un problema de un calado enorme que las empresas no pueden aceptar”.
Francia y Marruecos
Y añade de forma clara que “la inseguridad mata cualquier negocio”. “No se trata de una amenaza, es un hecho, y es que las empresas internacionales no aceptarán que se limite por razones políticas sus capacidades de desarrollo”. Además, señala, “todos hemos visto que la Comisión Europa cada vez toma más decisiones, por lo que no nos podemos quedar fuera”.
Ambrock señala, sobre la posibilidad de que las empresas se instalen allá dónde mejores oportunidades encuentren, el caso de Francia. Asegura que produce menos coches que España, porque las fábricas se han trasladado a Marruecos “que les ofrece las mejores condiciones posibles”. Es decir, no hay nada seguro ahora, “y menos en situaciones de inestabilidad”.
La pérdida de la industria
Pero Marc Ambrock, buen conocedor de Rusia y de los problemas de las empresas rusas, no quiere aparecer como un empresario cenizo, o como un ejecutivo contrario a movimientos independentistas sin ofrecer más argumentos. El problema para el CEO de Adminex es que el independentismo “tampoco tiene un proyecto muy serio”. Y aquí se lanza explicando sus propias experiencias al frente de Adminex. Este empresario entiende que los planes de reindustrialización, que verbaliza el conseller de Empresa i Ocupació, Felip Puig, no tendrán mucho efecto, “porque en este caso llegamos tarde”.
Catalunya no ha trazado un horizonte de futuro, apostando por aquellos sectores en los que sí puede ser un país puntero. “Las empresas que se interesan ahora en España, las que a través de Adminex estamos orientado, pertenecen a sectores muy concretos: biotecnología, medicina, e informática. No son, en ningún caso, empresas del mundo industrial”, remacha.
Vuelve la inversión
Admite que Catalunya está recibiendo inversión extranjera, como destaca en los últimos meses el Govern de Artur Mas, pero la engloba en un proceso de recuperación de toda España. “Es cierto, y lo estamos notando, que la inversión está regresando a España, que está ya en un proceso de recuperación económica, y, por tanto, Catalunya también se beneficia”, asegura.
Para Ambrock –un apellido que causa respeto en Alemania por su peso en la industria alemana– Catalunya debería aprovecharse más de una plataforma como España y Europa. “Con dimensión, formando parte de algo más grande, se puede ser muy competitivo en los mercados globales”, afirma. Pero, ¿en qué sectores? Enumera unos pocos en los que cree firmemente. “En medicina, en el sector aeronáutico –con un centro como Toulouse tan cerca–, en biotecnología y en turismo deberíamos ser capaces de ser líderes”.
Pero este empresario, que adora Catalunya, pero cuyo ideal sería tener un DNI “de los Estados Unidos de Europa, porque soy alemán”, alerta de que el principal problema de Catalunya, sea cual sea su futuro político, “es la formación”. El capital humano es la clave para competir, y en eso “hay que mejorar”, concluye.