Maragall vuelve a desafiar a Borrell en Washington
El conseller reabre la "embajada" de la Generalitat en Estados Unidos y dice que se dedicará a denunciar la situación de los presos independentistas
El conseller de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, Ernest Maragall, ha inaugurado en Washington la cuarta delegación en el extranjero que la Generalitat reabre tras el fin del periodo de aplicación del artículo 155.
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha recordado de forma insistente que las también conocidas como “embajadas catalanas” tendrán que ceñirse estrictamente a sus funciones de representación institucional, y ha advertido de que si vuelven a la senda del proselitismo independentista el Gobierno las llevará a los tribunales.
El conseller remarcó su intención de hacer oídos sordos a los avisos del ministro, que calificó de “ruido” de “tono amenazante”
El conseller remarcó su intención de hacer oídos sordos a los avisos del ministro, que calificó de “ruido de tono amenazante”. “Ni nos interesa, ni nos afecta, ni va a cambiar lo que vamos haciendo aquí”, dijo, según informa Efe. Maragall señaló que la delegación trabajará «con la expectativa de que Cataluña cuente con un reconocimiento de su condición de país». «La agenda catalana”, añadió, “está clara, en Washington es exactamente la misma que la agenda en Barcelona (…) No nos resignamos a ningún tipo de silencio».
Una agenda, abundó el conseller, que pasa por insistir en términos como «democracia y libertad», y por difundir la situación de los políticos independentistas que están presos.»Esta situación afecta de pleno a las instituciones y a la sociedad catalana y sería absurdo que esto no estuviera presente en nuestra manera de representar a la sociedad catalana», afirmó.
Pulso exterior entre la Generalitat y la Moncloa
La reactivación de lo que fue el aparato paradiplomático de la Generalitat, usado la legislatura pasada para promocionar en el extranjero la causa independentista, se convirtió en uno de los pulsos más cacareados entre la Generalitat y la Moncloa, caracterizado por un continuo cruce de reproches entre Maragall y Borrell.
Pero, hasta ahora, ha habido más ruido que nueces. La Moncloa no puso pegas de entrada, aunque después sí acabó recurriendo judicialmente la reapertura del primer paquete de embajadas alegando una cuestión formal: la Generalitat no las había notificado previamente al ejecutivo central, como es preceptivo.
Reaperturas con retraso
Ese primer paquete es el integrado por las delegaciones de Alemania, Reino Unido e Irlanda, Italia, Estados Unidos, Suiza y Francia. A mediados de junio, Maragall anunció que las tendría operativas en dos o tres semanas. Pero, cinco meses después de aquel anuncio, solo ha reabierto las cuatro primeras. Maragall ya ha anunciado que el martes que viene formalizará su renuncia como conseller para centrarse en su papel de alcaldable de ERC en Barcelona, y lo hará sin haber activado aún las delegaciones previstas en París y en Ginebra.
Pese a los retrasos, la Generalitat ya ha iniciado los trámites para activar un segundo paquete de seis “embajadas” previstas en los Balcanes, los Países Bálticos, Portugal, el área del Mediterráneo, Europa Central y los Países Nórdicos, y para las que sí ha enviado la preceptiva notificación previa al Gobierno.