Madrid responde con el silencio al discurso de Artur Mas

Los principales partidos ignoran la alocución de Fin de Año del President, con la que se ofreció como "aliado de España"

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El 31 de diciembre, día después del discurso oficial de Artur Mas (CiU) con el que pidió a Mariano Rajoy (PP) que escuche «la voz de los catalanes», un vigilante de seguridad atiende el teléfono en la sede del PP en la madrileña calle de Génova.

El partido está bajo mínimos. Los políticos, de fiesta. El departamento de Prensa confirma lo previsible: que el partido que respalda el gobierno español no se pronunciará sobre la declaración institucional de Mas.

Dejan el asunto en manos de sus «compañeros PP de Catalunya». Mas no parece una seria amenaza ni para el partido ni para España. Al menos no el 31 de diciembre.

La siesta del PSOE

En la calle Ferraz tampoco reaccionarán al discurso de Mas, que este lunes pidió al Estado tratar «a la futura Catalunya independiente como un aliado y no como un enemigo».

En el PSOE de Rubalcaba no hay nadie para responder, para dar una declaración, un posicionamiento oficial del principal partido de la oposición en España. Los socialistas reaccionan como recién levantados de una siesta interrumpida de golpe. «¿Discurso de Mas?» «¿Independencia de Catalunya?». «Es el día que es. No hay mucha gente para hablar».

Los minoritarios

En Izquierda Unida, cuyos socios catalanes apoyan el referéndum sobre la independencia de Catalunya, no está ni el vigilante de seguridad. Tampoco en UPyD, uno de los grupos parlamentarios más beligerantes con el escenario catalán.

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