Madrid rechaza que sea responsable de los impagos a las farmacias catalanas
El gobierno central asegura que Catalunya recibió en 2013 financiación suficiente para atender a los pagos pendientes con este colectivo
¿Quién es el responsable de las facturas todavía pendientes de pago con las farmacias catalanas? El gobierno central se lava las manos y rechaza que recaiga sobre él estos retrasos que ascienden a 220 millones de euros.
En un encuentro entre el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, con los representantes de este colectivo, el portavoz del Ejecutivo ha asegurado que Catalunya recibió en 2013 una financiación suficiente para atender a los compromisos suscritos con los boticarios.
En concreto, el territorio capitaneado por Artur Mas recibió a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) un total de 873,41 millones de euros para cumplir con el déficit de años anteriores. Sin embargo, las farmacias catalanas las han pasado canutas y algunas han tenido que bajar la persiana ante la falta de liquidez.
El FLA de 2014, ¿la salvación de los farmacéuticos?
Pero, tras la tormenta, llega la calma. Así, el Gobierno confía en que con el FLA de este año, la Generalitat de Catalunya pueda ponerse al día en los pagos. “Se espera que en el segundo semestre se solucionen definitivamente los problemas de los retrasos”, aseguran tras la reunión de este viernes fuentes del colegio de farmacéuticos de Barcelona.
Sin embargo, este colectivo se queja, además, de que parte de los impagos proceden de una presupuesto realizado a la baja. “Siempre es inferior a la realidad y no sirve para hacer frente al gasto real, por ello hemos pedido que las partidas sean más realistas”, subrayan estos profesionales.
Las farmacias catalanas tienen un acuerdo con el departamento de Salut que dirige Boi Ruiz por el cual el día 5 de cada mes se espera el desembolso correspondiente a la dispensa de medicamentos. Sin embargo, este calendario se ha alterado en diversas ocasiones lo que ha desembocado en la situación actual. “Nos están pagando con 55 días de retraso. Esa es la realidad”, lamenta el colectivo.