Madrid paraliza la vacunación de los médicos por falta de dosis
El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso denuncia una discriminación por parte del Ministerio de Sanidad que le ha dejado sin vacunas
La Comunidad de Madrid se ha visto obligada a suspender la campaña la vacunación de los profesionales sanitarios que se encuentran en primera línea, tras haberse quedado sin dosis suficientes para seguir inmunizando a médicos y enfermeros. La región ha pagado las consecuencias de los retrasos de la farmacéutica Pfizer, que esta semana ha enviado menos unidades a toda España mientras realiza unos cambios en su cadena de producción.
Las autoridades sanitarias madrileñas han inoculado ya cerca de 150.000 vacunas contra la Covid-19 a los colectivos de riesgo, lo que representa un 85% de las dosis que han recibido. El resto forma parte de la reserva necesaria para poder garantizar que ninguna persona se queda sin recibir la segunda inyección 21 días después.
El stock disponible ha permitido mantener las labores de vacunación en las residencias de mayores y en los centros de personas con discapacidad, que ya inician la fase para recibir la segunda dosis que les protegerá de forma definitiva contra la pandemia. Sin embargo, se han detenido los pinchazos en hospitales y centros de atención primaria.
«Siento mucho tener que decir esto, pero Madrid no tiene dosis para vacunar a más profesionales sanitarios de primera línea”, ha anunciado el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, en una comparecencia en la Asamblea de Madrid.
Madrid denuncia un trato discriminatorio en el suministro de vacunas
La Comunidad de Madrid ha responsabilizado directamente al Gobierno de Pedro Sánchez de la falta de vacunas, después de que el Ministerio de Sanidad decidiese cambiar sobre la marcha los protocolos de reparto entre las 17 autonomías españolas.
Pfizer comunicó que este lunes solo podría enviar 205.000 unidades de la vacuna, frente a las 350.000 que tiene programadas cada semana. Es un descenso del 41% como consecuencia de la reforma que está llevando a cabo en su centro de fabricación de Puurs (Bélgica).
La escasez de vacunas motivó al ministro de Sanidad, Salvador Illa, a modificar el sistema de reparto entre regiones. Cada comunidad recibiría las vacunas en función del ritmo de vacunación que hubieran alcanzado. Regiones como Madrid o el País Vasco salieron perjudicadas en los nuevos cálculos porque eran las que arrastraban más demoras.
“El Ministerio ha actuado de manera poco transparente, porque aún no sabemos cuál ha sido el criterio inicial de reparto, generando de nuevo agravios comparativos entre comunidades autónomas”, ha lamentado Escudero.
La Comunidad de Madrid recibe cada semana una partida mensual con 48.750 vacunas, pero este lunes únicamente llegaron 24.375 dosis.
Los países europeos presionan para aprobar más vacunas
Los retrasos en la entrega de vacunas no solo han afectado a la Comunidad de Madrid. Todas las autonomías han rebajado su volumen de dosis. El problema ha sido generalizado también en todo el bloque europeo que lucha a contrarreloj para inmunizar a la población.
Algunos países como Italia ya están estudiando acciones legales contra Pfizer por incumplir los compromisos adquiridos en el contrato que formalizó con la Comisión Europea, mientras que cada vez son más las voces que advierten sobre la necesidad de aprobar otros prototipos de la carrera internacional.
Solo con el suministro de Pfizer y de Moderna es difícil que los países europeos alcancen pronto la ansiada inmunidad de rebaño. Por eso, estados como Austria, Dinamarca, Grecia o la República Checa están presionando a la Agencia Europea de Medicamentos para que autorice el uso de la vacuna que ha diseñado la Universidad de Oxford y la farmacéutica Astrazeneca.
Los desarrolladores británicos ya pidieron el 12 de enero el visto bueno, pero los reguladores sanitarios europeos todavía no han concluido sus revisiones. Si finalmente se da luz verde, se activará el envío de 300 millones de unidades para toda la Unión Europea.