Madrid gasta 18 millones en un sistema informático que lleva 10 años en pruebas
El Ayuntamiento licita por tercera vez una aplicación que no han podido terminar cinco empresas diferentes. El gobierno local insiste en externalizar pese a contar con una oficina informática con 500 trabajadores
El programa informático que gestiona los ingresos del Ayuntamiento de Madrid está «en proceso de construcción» desde 2005. Diez años y al menos 18 millones de euros después, el sistema que debe automatizar los impuestos y las multas apenas tiene operativos dos módulos menores: el de impuestos de vehículos de tracción mecánica y el de ejecuciones sustitutorias, dos áreas de escasa relevancia para las cuentas del Ayuntamiento.
El programa Mástil (conocido como TIL) inició su recorrido en 2005 cuando el Ayuntamiento anunció un sistema informático para ejecutar «la renovación y modernización de los sistemas informáticos que gestionan los ingresos municipales». Después de un año de trabajo en Informática del Ayuntamiento de Madrid (IAM) en el que se implicaron a decenas de trabajadores, el gobierno de Alberto Ruiz Gallardón adjudicó el proyecto a tres empresas: Tao Técnics, Gestión Tributaria Territorial y T-Systems.
Tercera licitación
Las tres compañías conformaron una Unión Temporal de Empresas (UTE) pero fueron incapaces de finalizar el proyecto. Pidieron aumento presupuestario y prórroga y, a pesar de las concesiones municipales, abandonaron los trabajos después de haber facturado casi siete millones de euros por una labor incompleta, según reconoció el ex gerente de Informática del Ayuntamiento, Jorge García Reig en el pleno municipal de marzo de 2013.
En 2009 Indra asumió el trabajo pero los avances han sido escasos, según denuncian a este diario los trabajadores de la Agencia Tributaria de Madrid. A diez años del inicio del proyecto, el Ayuntamiento de Madrid ha vuelto a licitar por tercera vez el concurso del programa informático por nueve millones de euros más. Fue una de las últimas licitaciones ordenadas por Ana Botella antes de abandonar el Palacio de Cibeles. Los responsables municipales calculan que la construcción del programa continuará hasta 2019.
El Ayuntamiento guarda silencio
Indra elabora los manuales para la formación de los administradores de sistemas y usuarios, según explicó el responsable de la informática municipal en el pleno. Indra subcontrató a la empresa Iritec, con sede en Zaragoza, para completar los trabajos técnicos. La compañía, ahora grupo Hiberus, había sido subcontratada, a su vez, por el trío de empresas que fracasaron inicialmente. El consejero delegado de la empresa, Ricardo Mur, fue teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza por el PP.
Indra facturó por este proyecto 2,5 millones de euros entre 2009 y 2013, una cifra que se ha duplicado, según los trabajadores municipales. La empresa se libró de confeccionar el módulo de multas, el más complejo y laborioso, que continúa bajo la responsabilidad de Informática del Ayuntamiento de Madrid. El gobierno local dispone de 500 trabajadores para estas labores pero sigue convencido de que la externalización es la mejor vía para rematar el sistema informático.
«Lo que ocurre en el Ayuntamiento de Madrid y en muchos Ayuntamientos de España es preocupante. Se externalizan los servicios cuando sobra personal para estos asuntos. Hay pagos y no se ven los trabajos», explica Miguel Ángel Lorenzo, portavoz de Somos Sindicalistas, la segunda agrupación sindical –por detrás de UGT– en la Agencia Tributaria del Ayuntamiento. «Hemos exigido información al Ayuntamiento sobre todos los contratos pero no recibimos respuesta. El gasto total puede superar incluso los 22 millones de euros», añade el portavoz.
El gobierno local tampoco ha respondido a las peticiones de este diario. Los sindicatos solicitarán a Ahora Madrid, que posiblemente asuma el poder local el próximo sábado, una investigación profunda sobre las licitaciones informáticas del Ayuntamiento de Madrid. La agrupación de Manuela Carmena ha prometido la remunicipalización de buena parte de los servicios externalizados.