Madrid, Cataluña y Euskadi empujan a Illa a aplazar el toque de queda
Sanidad consigue consenso en el resto de medidas sanitarias para frenar la segunda ola de la Covid, enfermedad que se ha cobrado un millón de infectados
Sin toque de queda de momento. La retiencia de algunas autonomías a aplicar restricciones a la movilidad como ya han hecho países del entorno como Francia lo ha frenado. Madrid, País Vasco y Cataluña han expresado sus reservas a esta figura porque implicaría el tener que pedir el estado de alarma, y ninguna de ellas quiere hacerlo.
El resto de medidas sanitarias sí que han generado consenso. Según ha avanzado La Vanguardia, la necesidad de que el plan se aprobara por unanimidad y para evitar otra situación parecida a la que se vivió en Madrid con los confinamientos perimetrales, ha llevado a la cartera de Salvador Illa a aplazar la medida.
Las autonomías y el Ministerio se coordinarán para mantener o modificar el nivel de alerta, que se deberá aumentar cuando los datos estén contrastadamente y se cumplan las condiciones. En cuanto a la bajada de las restricciones, se levantarán cuando los indicadores permanezcan con un riesgo inferior a 14 días.
Protocolo de aplicación descentralizada
El documento Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de Covid-19, al que ha tenido acceso Economía Digital, «tiene como objetivo el permitir a cada autonomía evaluar el riesgo, establecer un nivel de alerta y adoptar medidas proporcionales, adaptables a la situación y al contexto de cadda territorio».
Así lo ha explicado Fernando Simón: «No es un documento pensado para comunidades autónomas, está pensado para aplicación territorial dentro de las comunidades». El documento pone las pautas de actuación para municipios de más de 10.000 habitantes y establece cuatro niveles de alerta en base a varios umbrales de ocho indicadores: incidencia acumulada en 7 y 14 días, datos de mayores de 65, positividad, trazabilidad y ocupación en camas y UCI.
Este plan establece la limitación de las reuniones en función del nivel de alerta (15, 10 o 6 personas), así como la reducción del aforo (que obligaría a cerrar los interiores) y el adelanto del cierre a las 23:00. Además, también se ha aplicado alguna recomendación común en todos los niveles, como el fomento del teletrabajo o la recomendación de limitar al máximo los desplazamientos no indispensables.
Castilla y León y la Comunitat Valenciana exigen la medida
Castilla-La Mancha ha pedido que el toque de queda se aplique en toda España, aunque rechazaría aplicarla en su región de forma particular al considerarlo inútil. La Comunidad Valenciana también se había mostrado proclive a la regulación de las horas de movilidad restriginda.
Cataluña y Euskadi, que no creen que la medida sea negativa, creen que su aplicación debería depender directamente de ellos. La autonomía ha pedido un informe jurídico para evaluar el encaje de esta medida y la posibilidad de aplicarla sin necesidad de recurrir al estado de alarma.